Las órdenes de captura van acompañadas de órdenes de registro de las viviendas y oficinas de estos empresarios para buscar pruebas de su presunta relación con Gulen, según la agencia de noticias oficial, Anatolia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado a Gulen como el responsable intelectual del levantamiento militar del pasado verano y ha solicitado su extradición a Estados Unidos, ya que vive en Pensilvania desde hace años.
Gulen, otrora aliado de Erdogan, ha negado estas acusaciones y ha deslizado la idea de un autogolpe, mientras Estados Unidos analiza aún las pruebas aportadas por las autoridades turcas para fundamentar los cargos contra el líder religioso.
Tras la asonada militar, el Gobierno puso en marcha una purga que ha afectado a todas las instituciones del Estado y a ciertos sectores de la sociedad turca, como periodistas. Miles de trabajadores públicos han sido cesados y otras miles de personas han sido detenidas.
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