Francia inaugura 'su' Eurocopa con triunfo agónico para olvidar los problemas

Un zurdazo por la escuadra de Dimitri Payet en el minuto 89 dio el triunfo a Francia ante Rumanía en el partido inaugural de 'su' Eurocopa, provocando el delirio en un país que sueña con un título para olvidar las huelgas y protestas sociales que han marcado los últimos días de preparativos.

Tras semanas abriendo los informativos con huelgas en varios sectores, las manifestaciones contra la reforma laboral y la amenaza de nuevos atentados terroristas, por fin echó a andar este viernes el balón.

Pero el equipo entrenado por Didier Deschamps, el capitán del mítico equipo que levantó la Copa del Mundo en 1998 y la Eurocopa dos años después, casi echa a perder la fiesta.

"Hay tanta pasión y fervor en Francia por este equipo, que los jugadores lo saben y psicológicamente no es fácil gestionarlo", admitió el seleccionador Didier Deschamps, que tiró del humor para explicar la clave del triunfo: "El fútbol es esto, cuando metes un golazo por la escuadra se resuelven muchos problemas".

El delantero Olivier Giroud adelantó a los anfitriones (57) con un remate de cabeza facilitado por un error garrafal del arquero Ciprian Tatarusanu, pero los rumanos se repusieron y forzaron el empate con un penal transformado por Bogdan Stancu (65).

Cuando todo parecía encaminado al empate, Dimitri Payet, el hombre más en forma del combinado Bleu, sacó un zurdazo (89) que se coló por la escuadra del arco rumano para dar el primer triunfo y los tres primeros puntos a los anfitriones.

Ese gol es una inyección de confianza para los Bleus en sus aspiraciones de título y para todo un país en su deseo de, a través del balón, olvidar otros problemas, aunque el resultado no debe esconder que las estrellas francesas, Pogba y Griezmann, apenas existieron y acabaron sustituidos.

La jornada inaugural se celebró con menos problemas de los previstos. Los sindicatos convocantes de los paros en las últimas semanas anunciaron que no iban a entorpecer el desplazamiento de seguidores al Stade de France.

La organización del evento había recomendado insistentemente en los últimos días a los aficionados que se desplazasen con tiempo al Stade de France con motivo de las perturbaciones en los transportes y los controles de seguridad que debían pasar para acceder al recinto.

Más de cuatro horas antes del inicio del partido, la línea de metro y de tren que llevan al Stade de France (en la periferia norte de la capital) estaban abarrotadas de aficionados, muchos de ellos ataviados con las camisetas de las dos selecciones participantes, Francia y Rumanía.

Con un gran despliegue policial alrededor del estadio, con decenas de furgonetas de los antidisturbios y agentes prestos a intervenir, los 80.000 espectadores que acudieron al Stade de France fueron accediendo sin incidentes a sus plazas dispuestos a que ¡al fin! se hablase de fútbol.

La 'fan-zone' gigantesca ubicada al pie de la Torre Eiffel, con capacidad para 90.000 personas, estuvo lejos de llenarse, sin duda por la psicosis de nuevos atentados como los ocurridos en enero y noviembre de 2015 en París.

Incidentes graves sólo hubo en Marsella, con enfrentamientos entre hinchas ingleses (su selección juega el sábado contra Rusia) y locales en la madrugada del viernes, con dos detenidos, y de los hooligans contra la policía horas más tarde, con varias decenas de aficionados de fútbol arrojando objetos contra las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos y procedieron a siete detenciones, informó el prefecto de policía.

Todo parecía indicado a que iba a poder hablarse al fín de fútbol y solo fútbol, pero poco antes de una ceremonia de inauguración cargada de tópicos franceses estalló el escándalo en el seno de la selección española: El nombre del probable portero titular, David de Gea, apareció en una investigación sobre un escándalo sexual.

De Gea, de 25 años, y el delantero del Athletic de Bilbao Iker Muniain aparecen en la investigación sobre un productor pornográfico por trata de personas, informó este viernes la prensa española.

De Gea, en un ambiente tenso en la concentración de la Roja en la hasta ahora apacible Ile de Re (en la costa atlántica), acudió a una rueda de prensa que no estaba programada, para desmentir su implicación.

"Lo primero que quiero decir es que soy el primer sorprendido con esta noticia. Quiero desmentirlo y nada más, es una mentira y una falsedad", señaló.

El portero del Manchester United afirmó que no tiene pensando abandonar la concentración de la selección española por este caso.

"Si cabe me da más fuerza para estar aquí en la selección", añadió el arquero, que aseguró contar con el apoyo de sus compañeros.

Pero este caso amenaza con enrarecer el ambiente en la selección española, ganadora de las últimas dos Eurocopas y que no debutará hasta el domingo ante República Checa.

Antes, Inglaterra-Rusia, Albania-Suiza y Gales-Eslovaquia serán los platos del menú del sábado.

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