EL GOBIERNO TURCO DEFINE A LOS ENCARCELADOS TRAS EL GOLPE DE ESTADO COMO “REBELDES” AL SERVICIO DE UN “ENFERMO”

El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, calificó este jueves a las personas encarceladas en Turquía tras el fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio como una suerte de “rebeldes” al servicio de un “hombre enfermo”, en referencia a Fetullah Güllen, religioso exiliado en EEUU.
Así se pronunció el ministro durante la conferencia que protagonizó en Madrid organizada por el Real Instituto Elcano sobre cuestiones de actualidad en Turquía y en la región.
El jefe de la diplomacia turca dejó claro que en los últimos años Turquía ha vivido un proceso de reformas de la mano del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, catalogado en el seno de la Unión Europea como “revolución silenciosa”.
De hecho, retó a los presentes a poner “un solo ejemplo” de ley en Turquía que suponga un “paso atrás” en el respeto a los derechos fundamentales y las libertades públicas. Fue más allá al aseverar que hace 15 años los periodistas turcos no podían criticar a su gobierno, una situación que ha cambiado radicalmente desde la llegada de Erdogan al poder.
Reporteros sin Fronteras (RsF) considera “sangrante” la situación en Turquía, país al que cataloga como “la mayor cárcel del mundo para los periodistas”. El país otomano tiene 151 profesionales de los medios de comunicación en prisión preventiva, el 60% de todos los profesionales de la información que están entre rejas en todo el mundo.
Dos terceras partes de los periodistas presos fueron encarcelados tras el golpe fallido del año pasado. En Turquía se han cerrado en los últimos meses cerca de un centenar de medios críticos y se han retirado unos 700 carnés de prensa.
A pesar de esta situación, el ministro turco defendió que en su país hay libertad de prensa. No obstante, dejó claro que si algún periodista apoya a una organización terrorista, “tendría problemas”. “¿Puedes apoyar a terroristas, matar, robar un banco? No exagero”, dijo.
También citó como sinónimo de transparencia que la web del Ministerio de Justicia de su país muestra los cargos de los que se acusa a los “supuestos periodistas”. “¿Cualquier periodista, en éste o en cualquier país, puede estar involucrado en un golpe de Estado?”, se preguntó.
Çavusoglu elevó el tono para manifestar que hay periodistas “pertenecientes a grupos terroristas” que se dedican a “construir pruebas falsas” contra el Gobierno de Erdogan, lo que le permitió vincularles a una “tendencia islamofóbica”. “Son más fieles a este hombre enfermo (por Fetullah Güllen) que a su Gobierno”, exclamó.
El ministro de Exteriores turco defendió los arrestos de periodistas, fiscales, jueces y militares tras el fallido golpe de Estado, porque estaban realizando “actividades ilegales”. “Tuvimos mucho cuidado, pero hubo que hacerlo”, dijo.
Sostuvo que si hay personas “infiltradas” en el Ejército desde hace 40 años, en política desde 30 años atrás y en el Ministerio de Exteriores desde hace seis o siete años, “hay que actuar contra ellos”. “Estos rebeldes se volvieron contra el propio pueblo turco”, mantuvo.
Por último, les acusó de pretender “llevar” a Güllen a Turquía como ocurrió en Irán con el ayatolá Jomeini. Definió al clérigo exiliado en EEUU como alguien que se cree “el imán del universo”, un “mesías”.

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