"Controlaba absolutamente todo lo que allí pasaba. Tenía a su mano derecha, Jordi Montull, mi padre, que era quien le ayudaba", ha respondido en su interrogatorio a preguntas del fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled, emocionada y entre lágrimas en momentos de su declaración, en un juicio en que se enfrenta a 26 años de cárcel.
Ha explicado que su tarjeta figuraba que era directora financiera pero no tenía autonomía para actuar, igual que sus compañeros en el Palau e incluida la directora de la institución para promoción y marketing, Rosa Garicano, también acusada: "Poder de decisión no teníamos ninguno".
(HABRÁ AMPLIACIÓN)
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