Reino Unido quiere evitar que sus cárceles se conviertan en semilleros yihadistas. Con ese objetivo ha elaborado un plan contra el islamismo radical en las cárceles de Reino Unido y Gales, divulgado hoy por el gobierno británico.
Entre las recomendaciones de este informe figuran la separación de los terroristas más peligrosos y la población carcelaria ordinaria, para controlar su amenaza y evitar la propagación de ideologías peligrosas; un mayor control de los capellanes y del ejercicio del culto, así como una revisión de la formación del personal de prisiones o la prohibición de la literatura extremista.
El documento, en el que se detectó que existe "complacencia" ante el "creciente problema" que plantea el extremismo islámico en las cárceles del país, también aconseja retirar libros y material educativo con contenido extremista de las bibliotecas de las cárceles.
Según el informe, un documento clasificado del que solo se ha difundido un resumen por motivos de seguridad, elaborado por el antiguo gobernador de prisiones Ian Acheson, ha habido "una timidez institucional" a la hora de confrontar las posturas extremistas en las cárceles ante el temor. El anuncio se produce cuando el predicador Anjem Choudary está a punto de entrar en prisión
El anuncio se produce cuando el predicador islamista más conocido en Reino Unido, Anjem Choudary, va a ser sentenciado el próximo mes tras ser considerado culpable de incitar al apoyo al Estado Islámico.
Los críticos de esta medida dicen que las unidades especiales pueden convertirse en un foco donde los extremistas más peligrosos puedan intercambiar ideas y crear redes, repitiendo algunos de los errores cometidos en Irlanda del Norte en la década de 1980. Entonces, los presos republicanos y unionistas se pudieron organizar y crear redes dentro de estas unidades.
La ministra de Justicia, Liz Truss, ha explicado que para evitar riesgos se creará pequeñas unidades dentro de las prisiones actuales y se creará una nueva directiva de seguridad y antiterrorismo para asegurarse de que los reos no colaboren entre ellos. 1.000 reclusos considerados vulnerables
Las cárceles de Inglaterra y Gales registran en la actualidad un total de 12.328 presos musulmanes, de los cuales 131 fueron condenados por terrorismo, según una investigación de The Times. Sin embargo, la cifra que más preocupa son los más de 1.000 reclusos considerados "vulnerables" para su radicalización islámica.
Precisamente, las investigación del diario británico reveló que los radicales islámicos campan a sus anchas por las prisiones y distribuyen numerosos libros, panfletos y material informático para el consumo de los cientos de fanáticos allí recluidos. Una práctica que tiene los días contados.
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