Honduras estremecida por asesinatos pandilleros en pequeña ciudad norteña

Dos pandilleros entran a una barbería, ponen contra la pared a ocho clientes y matan a tiros a los dos barberos. Con ellos van 30 muertos en un mes en La Lima, norte de Honduras, donde la violencia obligó a suspender la feria en honor a la santa patrona de la ciudad.

"Optamos por suspender las actividades nocturnas de la feria patronal a raíz de tanta sangre, 30 muertos en 30 días nunca se había visto", afirmó a la AFP Leopoldo Viera, vicealcalde de la ciudad de 75.000 habitantes, 170 km al norte de la capital.

"No hay nada que celebrar ¿cómo vamos estar unos celebrando en la feria (en homenaje a Santa Rosa de Lima) mientras los vecinos, los amigos, están llorando, de luto por tanta muerte", manifiesta la dueña de una venta de jugos de frutas que pidió no ser identificada con su nombre ni el de su negocio "por temor".

"Hicieron bien en suspender la feria (que dura todo el mes de agosto). No se pueden parar los ríos de sangre, todos los muertos son nativos de aquí, nos conocimos desde niños", lamenta la vendedora.

Un video que se hizo viral en internet muestra cuando los dos pandilleros entraron a la barbería y pusieron contra la pared, a punta de pistola, a ocho clientes, mientras un niño se queda sentado en la silla de cortar el cabello.

Luego llevan al baño a los dos barberos, Tommy Guerra (37) y Joel Rodríguez (20), y se escuchan los disparos. En seguida los pandilleros salen a la calle.

El crimen ocurrido la mañana el 17 de julio estremeció a todo Honduras, aunque solo era uno más de tantos asesinatos en La Lima, a 10 km de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país y una de las más violentas del mundo.

"Esto (de los asesinatos) se da por la situación de las pandillas, por el cobro del impuesto de guerra", explicó el vicealcalde.

El 2 de julio, otros pandilleros habían matado a tiros a dos vendedores de carne asada instalados en la acera frente a la municipalidad.

La alcaldía pidió auxilio y llegaron 50 agentes de la Policía Militar, pero sirvió de poco, según Viera.

Patrullas de la policía se ven circular a toda hora por las calles del centro y barrios periféricos de La Lima, pero los crímenes no se han detenido.

"En una semana mataron a 11 personas. Ya a las siete de la noche no se ve a nadie en las calles, el temor se apoderó de la gente", afirmó a la AFP César Flores, director de socorro de los bomberos de la ciudad.

"Los muchachos de las pandillas se han apoderado de la ciudad, muchas personas han emigrado por el miedo", expresó un taxista que se negó a identificarse, mientras esperaba clientes en un céntrico estacionamiento.

Los vendedores comentan que varios grupos de pandilleros exigen unos 25 dólares semanales a los negocios pequeños, pero en ocasiones exigen hasta 25.000 dólares y dan una semana para reunir ese monto. El que no cumple se expone a una muerte violenta.

La vendedora de la feria asegura que los testigos de los crímenes se niegan a colaborar en las investigaciones "por temor a caer en la boca del lobo".

"La gente no denuncia porque las mismas autoridades policiales están involucradas (con los pandilleros) y con esa gente no se juega, no le niegan los tiros a nadie", sostuvo.

El vicealcalde se queja que en La Lima "no hemos tenido apoyo de un gobierno que es más propaganda que acciones".

El gobierno del presidente Juan Orlando Hernández proclama una reducción en los homicidios de 68 por cada 100.000 habitantes en 2014 a 60 en 2015.

Aún así, la tasa de homicidios sigue siendo mas de seis veces el promedio mundial establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 8,9 por cada 100.000 habitantes.

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