Humala niega haber recibido dinero de la brasileña Odebrecht, implicada en una trama de corrupción millonaria

En declaraciones al Canal N, el exmandatario ha asegurado que su formación no recibió "fondos ilegales para la campaña" de 2011.

Se trata de las primeras declaraciones del expresidente desde que el presidente ejecutivo de la filial de inversiones de Odebrecht y exresponsable de Odebrech Perú, Jorge Barata, asegurara haber entregado a la ex primera dama, Nadine Heredia, tres millones de dólares en donaciones hasta 2011, cuando Humala accedió a la Presidencia.

"Todo lo que diga un aspirante a colaborador eficaz debe ser corroborado plenamente", ha señalado Humala, señalando que en la última década ha habido "muchos aspirantes a colaboradores eficaces" en los procesos de investigación, por lo que "es importante que se lleve a cabo con ponderación y sensatez".

"Nos ratificamos en nuestra rendición de cuentas que hemos hecho a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), tanto en 2006 como en 2010 y 2011, y estamos tranquilos", ha afirmado. Asimismo, ha indicado que, a diferencia de otros --sin mencionar--, él sigue en Perú, en una clara referencia al exmandatario Alejandro Toledo, investigado por haber recibido presuntamente hasta 20 millones de la compañía.

Ya en febrero del año pasado la Policía inició el presunto pago de estos tres millones de dólares por parte de la empresa Odebrecht, implicada en la trama corrupta de Petrobras, al entonces presidente peruano.

Documentos incautados a Marcel Odebrecht, el consejero delegado de la empresa, revelan la existencia de un "programa OH", siglas de la Policía brasileña ha vinculado al presidente peruano. "OH" habría recibido hasta tres millones de dólares en sobornos para conseguir contratos públicos.

Aunque los papeles de la investigación no detallaban a cambio de qué se entregó este dinero, Odebrecht se ha adjudicado proyectos de miles de millones en Perú en la última década.

La constructora Odebrecht y su filial petroquímica, Braskem, admitieron en diciembre, mediante un acuerdo de delación compensada firmado con autoridades estadounidenses, que pagaron más de mil millones de dólares en sobornos a funcionarios y representantes de partidos políticos de doce países.