La situación de caos que vive el gobierno catalán con los Presupuestos paralizados y su gestión en manos de la CUP, junto a la incertidumbre por el 26-J están generando una preocupación creciente entre el empresariado catalán.
Según ha podido saber lainformacion.com de fuentes de la patronal catalana, cientos de empresas están realizando movimientos “reactivos y silenciosos”, que implicarían el traslado de sus sedes a Madrid en caso de que la ruptura se lleve a efecto.
El alto empresariado recela del peso que la CUP ha demostrado en el nuevo Govern. Los anticapitalistas han demostrado su poder en un momento clave para Puigdemont, la aprobación de los Presupuestos.
Su negativa provocó la ruptura del pacto de estabilidad entre los dos partidos independentistas del Parlament y ha llevado al dirigente de Junts pel Sí a anunciar una moción de confianza para después del verano, en la que volverá a estar en manos de los antisistema y de la que dependerá que haya nuevas elecciones autonómicas.
El president se ha mostrado no obstante dispuesto a seguir adelante con el proceso de 'desconexión'. También desde la CUP se insiste en que ellos siguen ligados a la declaración rupturista del 9-N, base para la hoja de ruta pactada con Junts pel Sí y que fijaba un plazo de 18 meses para lograr la independencia.
La compleja gobernabilidad sume a la comunidad en una situación caótica. En los seis meses que lleva en el Gobierno, la actividad legislatura de Puigdemont ha sido nula. No se ha aprobado ninguna ley y las únicas decisiones han sido para prepara esa Cataluña independiente. Estas iniciativas, como la creación de la comisión del proceso constituyente, han derivado en varios recursos del Gobierno ante el Constitucional.Un 'tercera vía'
El incierto escenario que dibuja el 26-J genera también una creciente preocupación en el alto empresariado. En especial, por el auge de Unidos Podemos que confirman las sucesivas encuestas.
Su líder, Pablo Iglesias ha dado muestra en los últimos días de lo ambiguo de su discurso sobre el desafío catalán: el sábado, en su arranque de campaña, en Cataluña, el líder de Podemos hizo una incendiaria defensa del referéndum de independencia.
"No queremos que os vayáis, pero vamos a respetar vuestro derecho a decidir porque somos demócratas", clamó desde Barcelona. Apenas dos días después, en el debate ' a cuatro', diluyó en cambio esa promesa asegurando que no será una 'línea roja' para futuras negociaciones. “Estoy dispuesto a escuchar otras propuestas”, aseguró, dirigiéndose a los socialistas.
No obstante, la defensa del referéndum de independencia es clave para las grandes expectativas que Unidos Podemos tiene en Cataluña: según sus estimaciones, la candidatura, En Comú Podem, sumaría hasta cuatro escaños más a los 12 logrados en diciembre.
El resultado que podría tener esa consulta genera cada vez más dudas: "Si Rajoy lo hubiese permitido a los tres meses de plantearlo Mas, habría salido el 'no' seguro, ahora tengo mis reservas", admiten.
En más de una ocasión, los grandes empresarios catalanes han admitido su apuesta por una 'tercera vía', un acuerdo entre Gobierno y Generalitat para evitar el conflicto soberanista mediante el reconocimiento de la identidad nacional o un pacto fiscal, entre otros.
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