El Equipo ROCA 50 de la Guardia Civil, según la institucióon, comenzó a investigar los hurtos a raíz de la denuncia presentada el pasado mes de abril por los responsables de una finca sita en el término municipal de Brenes, de donde habían sido hurtados 65.000 kilos de naranjas y 1.600 cajas de plástico. Los agentes localizaron algunas de estas cajas en diferentes fruterías de la provincia de Sevilla. Siguiendo esta pista, se localizó una furgoneta que podría estar usándose para trasladar la mercancía hurtada.
Siguiendo con sus investigaciones, la Guardia Civil localizó en una barriada de Brenes,un vehículo cargado con naranjas preparadas para su traslado a una frutería de Sevilla. Al preguntar a la persona que las llevaba, ésta no sabía decir la procedencia de la mercancía y argumentaba vaguedades. Una vez que quedó clara la procedencia ilegal del género, los agentes incautaron 2.400 kilos de cítricos que se entregaron a Cáritas para su reparto entre personas necesitadas.
En paralelo, efectivos del Instituto Armado intervinieron 4.000 kilos de naranjas al padre e hijo investigados. Dichas naranjas se encuentran en cajas con el logotipo de un mayorista que corresponden a las hurtadas en el naranjal de Brenes. Los agentes continúan con sus investigaciones para incautar el resto de naranjas hurtadas, para lo que solicitan la colaboración ciudadana.
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