Leve repunte de la inmigración a costas andaluzas en 2015 en un marco de institucionalización de vulneración de derechos

Un total de 3.736 personas, según los datos de atención de la Cruz Roja, fueron atendidas el pasado año 2015 con motivo de su llegada a las costas andaluzas en embarcaciones ilegales, en lo que supone un leve repunte --no llega al 2 por ciento-- respecto a los datos del año anterior, cuando se registró un flujo de 3.672 inmigrantes, según los datos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A).

Sin embargo, los datos a nivel global de España sí experimentaron un significativo aumento del 34 por ciento, al pasar de 12.037 a 16.111 en un ejercicio en el que, por lo demás, se ha registrado una "institucionalización" de la vulneración de los derechos humanos, con la cual los gobiernos "se han quitado la careta" del respeto "oficial" a los derechos fundamentales.

Éstas son algunas de las principales conclusiones del Informe sobre Derechos Humanos en la Frontera Sur presentado este viernes en Sevilla por la APDH-A, y en el que se radiografía el incremento del número de llegadas a España desde el continente africano y el aumento en el número de muertes en casi un 50 por ciento: de 131 a 195 --66 fallecimientos o desapariciones en aguas andaluzas--, a las que se suman las 3.700 que perdieron la vida en el Mediterráneo central y el Egeo, fundamentalmente vinculadas con el conflicto sirio y la crisis de los refugiados.

Llama la atención la espectacular subida de las llegadas a Melilla, que implican la mitad de los casos y que ha supuesto doblar números, pasando de los 4.952 de 2014 a los 8.912 de 2015. Se certifica además la reactivación de la ruta de Canarias, que triplica sus llegadas, lo que viene a confirmar, según la organización, que "los muros no pueden contener la falta de futuro y de esperanza". En lo que respecta a Andalucía, las 1.531 llegadas a Almería suponen un aumento, las 1.092 de Cádiz un descenso y las 901 de Granada una "recuperación"; a todo ello hay que sumar las embarcaciones interceptadas por Marruecos.

Por otro lado, del total de personas llegadas a España, el 23 por ciento eran menores --magrebíes no acompañados y subsaharianos de corta edad que venían con sus familias-- y el 9 por ciento eran mujeres, en su mayoría procedentes del África subsahariana.

En este contexto, España sigue siendo "avanzadilla" de cómo Europa afronta este fenómeno, según el coordinador de Inmigración de APDH-A, Carlos Arce, que ha puesto como ejemplo paradigmático la modificación de la Ley de Extranjería a través de la conocida como 'Ley Mordaza', mediante la cual las 'devoluciones en caliente' han pasado "de ser negadas de manera peregrina al BOE".

MARRUECOS, "LA TURQUÍA DE ESPAÑA"

Se ha dado, a su juicio, un cambio clave en las políticas españolas, reflejo del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, cuyo balance --reducción de un 80 por ciento del flujo migratorio a las islas griegas-- ha sido puesto en solfa por el colectivo, que alerta de la reactivación del Canal de Sicilia y del 'efecto pasta de dientes': "si se aprieta con fuerza por un lado, los flujos se desplazan hacia otro, arriesgando más sus vidas y haciendo más jugoso el negocio de las mafias".

Arce también ha puesto de manifiesto los efectos negativos para la ciudadanía europea, al convertirse en regla lo que antes eran excepciones para casos de emergencia, como la suspensión del espacio Schengen, el establecimiento de controles fronterizos o el ascenso de fuerzas de ultraderecha.

Otra característica del último año ha sido la diferenciación entre migrantes de 'respeto' (refugiados peticionarios de asilo) y los de motivo económico, "que directamente son expulsados". "No debería ser así, el derecho de asilo merece el máximo respeto pero no hay que echarlo sobre la espalda de los otros", ha lamentado el coordinador de Inmigración de APDH-A.

Por su parte, su homólogo en Solidaridad Internacional, Rafael Lara, ha puesto de manifiesto que España tiene en Marruecos "su propia Turquía", y ha ejemplificado en que a pesar de que en la frontera de Melilla se creó una oficina de petición de asilo, después de dos años no se ha recibido ni una sola petición, ya que el país magrebí "ejerce de policía fronteriza".

Por último, APDH-A también critica que a pesar de la cuota de 15.000 refugiados aceptada por España, solo se haya acogido a 18 al cierre de 2015, en lo que ve "una falta de verdadera voluntad política para asumir responsabilidad", con una Ley de Asilo sin reglamento desde 2009 y un puesto "bochornoso" en el ranking de las solicitudes de asilo reconocidas.