Según ha informado la prensa local, se trata de Mauricio David Baldelomar Vargas, condenado por tráfico de sustancias controladas, estafa y fraude de contratos.
Las autoridades penitenciarias hallaron después de la paliza dos armas de fuego en su celda. Tras su muerte, varios reos trataron de amotinarse, obligando a la unidad antimotines de la Policía a presentarse en las instalaciones.
Palmasola se ha ganado el mote de ser "la cárcel más peligrosa de Bolivia", en gran parte, por continuos enfrentamientos entre facciones rivales. En uno de los peores episodios, en agosto de 2013, al menos 30 presos murieron y decenas fueron heridos en una guerra territorial en el pabellón de máxima seguridad, conocido como "Chonchocorito".
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