Mausoleos destruidos en Tombuctú fueron elegidos para "servir de ejemplo", según testigos ante la CPI

El yihadista maliense actualmente procesado en La Haya eligió destruir los mausoleos de Tombuctú más frecuentados "para que sirviera de ejemplo", según dijeron este martes testigos en el segundo día de este juicio histórico ante la Corte Penal Internacional (CPI).

Acusado de haber destruido nueve mausoleos y la puerta de la mezquita Sidi Yahia entre junio y julio de 2012, Ahmad al Faqi al Mahdi "eligió los cementerios, donde tuvieron lugar las mayores 'transgresiones'", según el investigador que efectuó su interrogatorio en 2015 en Níger.

El acusado, quien se encontraba en la época al frente de la Hisbah, la brigada islámica de moral, tenía que poner fin a las reuniones y a las plegarias en estos lugares, considerados como "un vicio visible", subrayó este primer testigo de la acusación.

El acusado aseguró que según la sharia, la ley islámica, esta prohibido "venerar a otro que no sea Dios" y construir mausoleos sobre sus tumbas.

Los personajes venerados enterrados en los mausoleos le dieron a Tombuctú el sobrenombre de "ciudad de los 333 santos". Santos reconocidos, según experos malienses del islam, como protectores de la ciudad, que pueden ser solicitados tanto para concretar matrimonios como para implorar para que llueva.

Los tombuctíes están particularmente aferrados a estos lugares santos, que figuran entre los 1.051 sitios clasificados en el Patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco, subrayó Francesco Bandarin, asistente director general de la Unesco encargado de la cultura, y segundo testigo de la acusación.

Los propios habitantes de la ciudad mantienen de manera voluntaria estos monumentos, fabricando y colocando ellos mismos los bloques de arcilla faltantes o dañados, en un ambiente "casi festivo", agregó.

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