Lo denunciaron también por tenencia de perros potencialmente peligrosos sin licencia, no censar a los animales y ejercer una actividad económica no comunicada y por realizarla en terrenos no urbanizables, según ha informado la policía catalana este viernes en un comunicado.
La investigación empezó el 16 de diciembre de 2015 a raíz de una denuncia de un particular que alertaba de su existencia; el propietario se anunciaba por Internet sin ofrecer ningún tipo de documentación que justificara su procedencia y cómo se habían adquirido.
Las razas de animales que detectaron eran: Bichon Maltés, Chihuahua, Mini PIcher, Yorkshire Terrier, Jack Rusell Terrier, Pomerania y un American Standfor (este último puede llegar a ser peligroso).
Todos ellos estaban agrupados por razas en 17 jaulas y la mayoría rodeados por sus propios excrementos en jaulas construidas sin autorización en un terreno no urbanizable y con aguas residuales que se tiraban directamente al suelo.
El propietario declaró a la policía que se encargaba de la colocación de los microchips a los animales y que posteriormente los enviaba a un veterinario para formalizar la cartilla sanitaria.
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