Nuevo frente de disputa judicial entre Bolivia y Chile por aguas del Silala

Bolivia y Chile abrieron un nuevo frente de disputa judicial bilateral, tras el anuncio de mutuas demandas por las aguas fronterizas del Silala ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, donde dirimen otro proceso limítrofe.

Ambos países, sin relaciones diplomáticas plenas desde fines de la década del 70, reclamaron de manera pública derechos sobre el Silala, que para Bolivia es un manantial que nace en su territorio y de su propiedad, mientras que para Chile es un río de cauce natural y sucesivo.

Un día después de que Santiago anunciara una demanda ante la CIJ contra La Paz por el Silala, el presidente boliviano Evo Morales dijo este martes que su país presentará una "contrademanda".

"Bolivia va a presentar una contrademanda. ¿Y por qué contrademanda? Ilegalmente se llevan nuestra agua, en otros términos populares, nos roban agua y nos demandan. ¿Qué clase de vecino podría ser?", increpó el mandatario.

El canciller chileno Heraldo Muñoz anunció el lunes que pedirá a la CIJ que determine si el Silala es un río internacional, y por tanto si Chile tiene derecho sobre sus aguas, porque el país "no puede permanecer pasivo frente a la reiterada conducta del Gobierno de Bolivia de desconocer nuestros derechos".

Morales aseguró que el Silala es un manantial que nace en Bolivia y que Chile lo canalizó artificialmente hacia su territorio.

Asimismo, dijo que la gobernación de Potosí (suroeste de Bolivia) entregó en concesión el empleo de las aguas a principios del siglo XX para el uso de locomotoras que dejaron de usarse como medio de transporte en la década del 40.

"No está en debate, desde el punto de vista de Bolivia, si es o no río, aquí está en debate los manantiales", aseveró Morales, quien consideró que la decisión del gobierno chileno "no es ninguna sorpresa".

Recordó que en marzo pasado su gobierno había anunciado una demanda contra Santiago ante la CIJ ante el uso sin pago alguno del curso, según indicó, para alimentar la industria minera en el norte chileno, como la mina Chuquicamata, la cuprífera a tajo abierto más grande del mundo.

Empero, Morales manifestó su "alegría" por la actitud chilena de acudir al tribunal, pues reconoce su competencia y revela que no denunciará el Pacto de Bogotá de 1948, que avala la jurisdicción de la CIJ, posibilidad que había sido planteada por algunos parlamentarios chilenos.

Las demandas por el Silala se sumarán a otro litigio que ambos países sostienen en la CIJ, en cuyo marco Bolivia reclama a Chile que acepte negociar una solución para otorgarle una salida al Pacífico, la que perdió en una guerra en 1879.

El reclamo en trámite debe comenzar oficialmente el próximo mes, cuando Santiago presente sus primeros alegatos al pedido boliviano, luego de que a fines del año pasado el tribunal internacional declarara su competencia sobre el caso.

"No están juntos los dos temas, no se contaminan", recordó el presidente Morales.

El gobernante boliviano aseguró varias veces que la CIJ le dará la razón, mientras que Santiago persiste en su versión de que no tiene asuntos pendientes con Bolivia, pues un tratado de 1904 definió límites y acordó compensaciones económicas en favor de los bolivianos.

La Paz también recuerda que en 2006 ambos países firmaron una agenda de 13 puntos que incluía los temas marítimo y del Silala, y que forman parte de las diferencias que los mantiene sin relaciones diplomáticas plenas.

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