CRISIS PSOE. OFICIALISTAS Y CRÍTICOS VUELVEN A ENFANGARSE AL DEBATIR SI VOTAN LA READMISIÓN O LA GESTORA

Los dos bandos del PSOE, el afín al secretario general en funciones, Pedro Sánchez y el de sus adversarios, han vuelto a enfangarse en el Comité Federal al ponerse a debatir sobre qué tema en concreto hay que someter a votación (readmitir a los dimisionarios o la creación de una gestora), lo que ha obligado a declarar un nuevo receso de media hora.
Según informaron a Servimedia fuentes de ambos sectores, tras rechazar los críticos la oferta de Sánchez de readmitir a los 17 dimisionarios de la Ejecutiva e insistir en su tesis de que ésta ya ha quedado disuelta tras las citadas dimisiones, esta discrepancia volvió a la mesa cuando abordaron el tema de qué se somete exactamente a votación.
Los anti Pedro Sánchez querían negar a los que permanecen en la Ejecutiva la facultad de votar y la de proponer el orden del día de los temas a votar, alegando precisamente que al estar disuelta la Ejecutiva los miembros que permanecieron tampoco son propiamente cargos orgánicos.
Esgrimieron para ello el dictamen que los tres miembros de su sector en la Comisión Ética y de Garantías presentaron ayer en Ferraz, pretendiendo presentarlo como un órgano autónomo y con capacidad de arbitrar. Este dictamen declaraba disuelta la Ejecutiva y proponía la creación de una gestora.
Ante esta situación, fuentes cercanas al sector oficialista afirmaron que el vicepresidente de la Mesa, Rodolfo Ares, afín a Sánchez, se mostró dispuesto a retirar de votación tanto la propuesta de Sánchez de readmitir a los 17 dimisionarios como la del sector crítico de hacer que el Comité Federal se pronunciara sobre el dictamen de los tres miembros de la Comisión de Garantías.
Los críticos contestaron que ellos no habían pedido la readmisión e insistieron en someter a votación el dictamen, que, de ser aprobado por el Comité Federal, supondría la ratificación de la gestora. Los oficialistas se negaron y reiteraron que lo que hay que votar es la convocatoria del congreso extraordinario.
Esto volvió a paralizar el debate, y desde el bando oficialista se dejó caer que sus adversarios estaban amenazando con marcharse, algo que refutaron terminantemente: "Seguiremos aquí", zanjaron fuentes del PSOE andaluz.