Polémica en Francia por la prohibición de una manifestación contra la reforma laboral

El gobierno socialista francés decidió este miércoles prohibir una manifestación contra la reforma laboral prevista en París por temor a nuevos incidentes, una decisión duramente criticada por los sindicatos y la oposición.

Después de dos días de negociaciones con los sindicatos organizadores de la marcha, convocada el jueves en París, el prefecto de policía, responsable de la seguridad en la capital, decidió prohibirla.

La prefectura indicó que no tenía "otra alternativa" que prohibirla, después de que los siete sindicatos convocantes rechazaran celebrar una manifestación estática, que las autoridades consideran más fácil de controlar.

La prohibición es la primera en décadas para una manifestación conovocada por los sindicatos.

El primer ministro Manuel Valls y el presidente François Hollande habían amenazado con prohibir nuevas manifestaciones tras los incidentes del 14 de junio en otra marcha de protesta.

Tras el anuncio, los representantes de los dos principales sindicatos opuestos a la reforma, Philippe Martinez (CGT) y Jean-Claude Mailly (FO), pidieron una reunión "urgente", con el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.

"Desde 1958 no se ha prohibido ninguna manifestación de un sindicato (...) Si fuera el caso, la Francia de hoy se uniría a algunos países que no se pueden considerar democráticos", dijo Jean-Claude Mailly antes de la prohibición en declaraciones a la radio RMC y denunció "un primer ministro encerrado en su autoritarismo".

"Considero, y soy cauto en mis palabras, que es un error histórico", dijo por su parte el diputado socialistas Christian Paul, líder de un pequeño grupo de diputados críticos con el gobierno de su propio partido.

La presidente del partido de extrema derecha Frente Nacional, denunció una "grave violación de la democracia".

Los sindicatos recibieron además el apoyo inesperado del expresidente conservador Nicolas Sarkozy, probable candidato a las presidenciales de 2017, que dijo que "no es razonable" prohibir manifestaciones.

El martes los sindicatos habían propuesto varios recorridos alternativos al que estaba previsto inicialmente, con el objetivo de que la policía pudiera controlar mejor la manifestación.

Desde el mes de marzo, los sindicatos se oponen al proyecto de reforma laboral del gobierno, que consideran demasiado favorable a los empresarios y perjudicial para los derechos de los trabajadores.

El 14 de junio, en la última manifestación en París con miles de personas, varios grupos se enfrentaron a la policía y realizaron destrozos en comercios y edificios públicos, entre ellos un hospital infantil.

Las manifestaciones anteriores contra la reforma laboral también estuvieron marcadas por la violencia.

El martes el ministro del Interior pidió de nuevo "responsabilidad" a los sindicatos, en un contexto de "amenaza extremadamente elevada" por el temor a atentados yihadistas y por los miles de policías movilizados para la Eurocopa de fútbol, que se celebra hasta el 10 de julio.

Desde los atentados del 13 de noviembre, Francia decretó el estado de urgencia que supone refuerzos policiales en todo el país, En paralelo la policía está movilizada para la Eurocopa, marcada por enfrentamientos entre 'hooligans'.

Las manifestaciones convocadas el jueves en toda Francia coinciden con el examen del proyecto de ley en el senado, que tiene que pronunciarse sobre el teto el 29 de junio.

También se prevén huelgas de los trabajadores ferroviarios, los funcionarios y en el sector de la energía. Los sindicatos ya han convocado otra jornada de movilización el 28 de junio en París.

Mostrar comentarios