Policía de Charlotte presionada para divulgar video de muerte de negro

La policía de Charlotte enfrentaba el viernes una fuerte presión para publicar el video de la muerte de un negro a manos de un agente, tras la tercera noche consecutiva de manifestaciones que desafió un toque de queda.

La noche del jueves, cientos de personas marcharon por las calles de Charlotte, en Carolina del Norte (sureste de Estados Unidos), bajo la vigilancia de las fuerzas del orden pese a que desde las 00H00 hasta las 06H00 locales regía un toque de queda.

Durante las protestas, que exigían la publicación del video, se registraron episodios de violencia esporádicos con policías dispersando a un grupo de manifestantes con gases lacrimógenos, pero fue más tranquila que las dos jornadas precedentes.

El jueves, la policía aceptó mostrar a los padres de Keith Lamont Scott, de 43 años, las imágenes registradas durante su muerte el martes.

Pero no llegaron a esclarecer el principal punto de discordia entre la policía, que afirma que Scott tenía un arma en la mano, y sus familiares, quienes aseguran que se trataba de un libro.

"El video debe ser publicado", dijo el viernes la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, en una rueda de prensa, asegurando que "es una cuestión de tiempo".

La investigación aún está en curso, afirmó. "Si una parte (del informe) se hace pública antes, eso puede poner en riesgo la investigación en su conjunto".

De su lado, el jefe de la policía local, Kerr Putney, aseguró haber tomado nota de la "espera" del video, visto "como la panacea" del caso. "Pero puedo decirles que no es el caso", afirmó, sugiriendo que las imágenes no permitirían determinar eventuales responsabilidades.

"Si lo publico como está y sin que ponerlo en un buen contexto, (el video) puede poner leña al fuego y empeorar la situación. Eso multiplicaría la desconfianza", añadió.

La declaración parecía una respuesta a la lluvia de críticas contra la policía.

El secretario de Justicia de Carolina del Norte, Roy Cooper, estimó este viernes que el mejor medio de "buscar la verdad" es "hacer públicos los videos".

La secretaria de Justicia estadounidense, Loretta Lynch, también se pronunció de forma indirecta en favor de la publicación de las imágenes.

"No voy a dar órdenes a la policía por el momento", dijo el jueves. "Siempre pienso que en las situaciones donde la información se hace pública, aunque esta información sea difícil de ver (...), el hecho de ofrecer una mayor transparencia es más útil que lo opuesto".

Tal fue el caso hace una semana en Tusla, estado de Oklahoma (suroeste de EEUU), donde un hombre negro, Terence Crutcher, fue abatido el viernes pasado por la policía después de ser controlado por agentes y caminar con las manos en alto hacia su vehículo.

La policía autora del disparo mortal fue acusada el jueves de homicidio involuntario. Tras ser objeto de un orden de arresto, fue liberada el viernes después de pagar una fianza de 50.000 dólares.

En Charlotte, la noche del jueves fue más tranquila. Cientos de manifestantes marcharon coreando consignas por el centro de la ciudad, llevando pancartas en las que se leían mensajes como "Dejen de matarnos" o "La resistencia es bella".

Aparte de algunos manifestantes dispersados con gas lacrimógeno en una autopista, no se registró violencia en la ciudad, donde la marcha transcurrió bajo la mirada de soldados de la Guardia Nacional, que llegaron a reforzar la seguridad.

Las fuerzas del orden renunciaron a aplicar el toque de que queda para evitar echar más leña al fuego.

En las noches previas de protestas se registraron episodios violentos, con la detención 44 personas el miércoles.

"He escuchado que en todo el país, tuvimos problemas entre la policía y mi comunidad negra", dijo a la AFP Steven Miller, un manifestante de 24 años.

La muerte de Keith Scott, denuncian los manifestantes, es la última muestra de la brutalidad policial que subsiste contra los negros en Estados Unidos.

En los últimos dos años, las tensiones raciales se reavivaron en un país regularmente golpeado por la muerte de afro-estadounidenses, muchas veces desarmados, a manos de policías.

En Charlotte, asegura la alcaldesa de la ciudad, el toque de queda debería prolongarse también durante la noche del viernes.

Mostrar comentarios