Según ha aclarado Fernández Díaz en un encuentro con los medios, la derogación de la Doctrina Parot, que permitió la salida de la cárcel a este violador acusado ahora de varias agresiones sexuales en los alrededores del Hospital de la Paz, dejó a la Policía "sin posibilidad de aplicar ninguna medida extraordinaria" para vigilar a Gallego, que estaba oficialmente en "libertad".
La doctrina Parot, jurisprudencia a la que estaba sometido el detenido, establecía que las redenciones no se debían aplicar sobre el cumplimiento máximo de la pena del acusado, sino sobre el total de las condenas --lo que suponía un alargamiento de la condena--.
Tras ser derogada esta doctrina en 2013, Pedro Luis Gallego pudo abandonar la prisión al haber extinguido su pena y la Policía justifica que no se le vigiló después porque así lo establecía la ley.
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