En España, sólo uno de cada cuatro jóvenes tiene dinero para emanciparse

  • Uno de cada cuatro jóvenes con trabajo (el 24,5 por ciento) vive en riesgo de pobreza y exclusión social, debido en gran medida a la precarización de sus empleos.

    El encarecimiento de la vivienda en alquiler y en venta impide la independencia de los jóvenes españoles, ya que deberían pagar más de la mitad de lo que sus salarios les permite.

Sólo 1 de cada cinco jóvenes con trabajo puede emanciparse, la cifra más baja de los últimos 12 años
Sólo 1 de cada cinco jóvenes con trabajo puede emanciparse, la cifra más baja de los últimos 12 años
Ana Domingo
Ana Domingo

Joven y vivienda siguen siendo términos que no se llevan nada bien. Es una de las conclusiones a las que ha llegado el Consejo de la Juventud en el Observatorio de Emancipación relativo al primer semestre de este año, que asegura que sólo el 19,7% el porcentaje de jóvenes de entre 16 y 29 años pueden emanciparse. 

Por Comunidades, Madrid es en la que los salarios son más altos, mientras que en Extremadura los sueldos son menores. Si comparamos estos datos con los del año pasado vemos que la situación empeora ya que las cifras de este año son 4,84% más bajas a las del mismo período del año anterior. De hecho esta cifra es la más baja en los últimos 12 años. 

Y uno de los problemas es el aumento anual de los precios de compra y alquiler de vivienda. Los hogares jóvenes deberían realizar un sobreesfuerzo económico por encima del recomendado para acceder a la compra o el alquiler de una vivienda libre.

Y es aún más difícil si quiere irse a vivir sola. En estos casos, tan sólo el 16,7% de las personas jóvenes emancipadas ha logrado establecerse en un hogar unipersonal. Por otro lado, el frágil posicionamiento de la población joven en un mercado laboral muy excluyente condiciona las posibilidades de emancipación de las y los jóvenes. En la actualidad, tan sólo el 36,6% de los y las jóvenes está trabajando. Por otra parte, se emancipan más las mujeres que los hombres.

Las condiciones laborales de la población joven ocupada están muy marcadas por una cada vez mayor precarización en el empleo. De hecho, el salario medio de las personas jóvenes ha descendido un 3,91% en el último año y en 2015 una de cada cuatro personas jóvenes ocupadas se encontraba en situación de pobreza.Encarecimiento de la vivienda

También los jóvenes adultos de entre 30 y 34 años, que tradicionalmente ha mantenido unas pautas residenciales muy estables, acumula tres trimestres consecutivos de descensos, el último de algo más del 7%.

El encarecimiento de la vivienda, tanto en propiedad como de alquiler, hace inviable la independencia de los jóvenes españoles, ya que en uno u otro caso deberían pagar más de la mitad de lo que sus salarios realmente les permite.

Al contrario de las teorías existentes, que creen que abandonar el hogar familiar suele ir parejo con un mayor riesgo de empobrecimiento, el informe constata que el alcance de la pobreza y exclusión entre la población joven emancipada en 2015 fue inferior al de los que siguen viviendo en las casas de sus padres.

Y son los jóvenes adultos que permanecen en la vivienda familiar los que tienen mayor probabilidad de estar en riesgo de pobreza y exclusión social, en concreto el 34,8 %, frente al 27,2 % de los que se han emancipado.

Solo tres comunidades escaparon a estos datos: Cataluña, Galicia y La Rioja, que apenas variaron sus tasas, mientras que en el resto oscilaron entre valores superiores al 15 % en Aragón, Extremadura, la Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra y, por debajo del 3 %, en Andalucía, Asturias, Castilla y León y Madrid.Cerca del 40% de los jóvenes de entre 16 a 29 años en riesgo de pobreza.

Como recuerda el informe, el indicador europeo Arope, que mide el riesgo de pobreza según diversos factores, otorga a la población joven española de 16 a 29 años y también a los mayores de 65, los valores máximos, un 38,2 %.

Apenas ha habido cambios de las condiciones laborales de los jóvenes: la progresiva reducción de la tasa de paro, que en el segundo trimestre de 2016 fue del 34,4 % (y del 46,5 % entre la población de 16 a 24 años), se fundamenta más en la "desaparición" de la población activa.

El motivo, la renuncia de los jóvenes a seguir buscando un trabajo, que optan por prolongar sus estudios. Aunque su nivel de ocupación ha ido en aumento, especialmente en la industria manufacturera, el transporte y el almacenamiento, las actividades profesionales, científicas y técnicas, y las actividades sanitarias y de servicios sociales, también se ha incrementado su precariedad laboral.

La mayoría de los contratos siguen siendo temporales, de forma que el 92,5 % de los que se hacen es a jóvenes.

A ello se une la sobrecualificación, que afecta a más del 56 %, y la prolongación de las jornadas de trabajo: excluyendo los trabajos a tiempo parcial, dedican más de 40 horas semanales a sus puestos de trabajo.

Con todo, la población joven ocupada es la que ha experimentado el avance más rápido en el riesgo de pobreza y exclusión social, y se ha disparado del 13,7 % de 2009 al 24,5 % del pasado año, frente a la media general es del 18,1 %

Mostrar comentarios