Según han informado fuentes cercanas a la empresa, el objetivo es proporcionar el marco adecuado para el diálogo social a nivel europeo ante cualquier cambio organizativo que se produzca a nivel del grupo.
De acuerdo con la normativa, será la filial barcelonesa la encargada de pilotar su puesta en marcha al ser, con cerca de 500 personas, el centro operativo con más plantilla de Europa.
Esta decisión se produce mientras se resuelve la mediación abierta en la matriz para decidir su futuro, después de que el juez de la Corte Suprema de Delaware, André Bouchard, decretara la venta forzosa y nombrara administrador judicial de la empresa al abogado Robert Pincus con la idea de poner fin a un conflicto accionarial que enfrenta a los fundadores.
En este sentido, el futuro comité de empresa europeo deberá ser informado con antelación de aquellos cambios que vayan a afectar a sus trabajadores, como podrían ser un eventual cierre de filiales, traslados de centros operativos o despidos, entre otras medidas.
Las mismas fuentes consultadas han reiterado que este comité creará el marco idóneo para disponer de un "actor relevante" dentro de la organización que sea parte activa en las decisiones que afecten al grupo y a sus más de 4.000 trabajadores.
La compañía, fundada hace 20 años por Elisabeth Elting y Phil Shawe en Estados Unidos, se ha convertido en referente en traducción a nivel mundial; tiene sede en Nueva York y facturó 546 millones de dólares el pasado año.
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