Uruguay: sindicatos de taxis refuerzan acciones contra Uber

Los sindicatos de taxistas anunciaron la intensificación de acciones, principalmente paros, para impedir la actividad de la red privada multinacional Uber en Uruguay a la cual consideran una competencia ilegal y desleal.

"Primero que sean legales. Luego vemos quien tiene mejor servicio", sostuvo el gremialista Marcelo Saporitti en el programa "Suena Tremendo" de la emisora local El Espectador. Acotó que "hay un montón de gente que está trabajando 12 horas pero Uber les está robando la plata".

Saporitti enfatizó que Uber ingresó al mercado por la fuerza en 2015 sin cumplir las normas legales. "Lo que hace (Uber) es ilegal", dijo.

Decenas de taxis circularon en conjunto el martes por una avenida capitalina y cortaron el tránsito para protestar contra Uber. Los gremios de taxistas exigen la intervención de las autoridades municipales y de gobierno para controlar la actividad y aplicarle los gravámenes y restricciones pertinentes para el sector.

El presidente de la Gremial Única de Taxis -patronal-, Óscar Dourado, exhortó a los sindicalizados a "defender como puedan" las fuentes de trabajo y anunció que "las movilizaciones espontáneas seguirán sucediendo" para frenar a Uber.

Este martes el diario El País denunció que la patronal de taxistas pagaba por hora 450 pesos (USD 14,5) por participar de las manifestaciones y 29% es para los empleados.

A mediados de mayo la Intendencia (alcaldía) de Montevideo anunció un endurecimiento de las medidas contra Uber, con mayores fiscalizaciones, duplicación de multas en tránsito y pedido al Congreso para el bloqueo de la aplicación Uber.

Esto ocurrió luego de que el gremio del taxi amenazó con una demanda por 300 millones de dólares contra la alcaldía por permitir la circulación de coches de Uber, cuya aplicación permite que un usuario con tarjeta de crédito internacional pida servicio brindado por un particular.

De su lado, Ary Wiederman, presidente del sindicato de los conductores de taxis, llamó a unir fuerzas para impedir el funcionamiento de Uber hasta tanto no se regularice totalmente su situación.

Una acción cada vez más habitual y que genera polémica es que grupos de taxistas se unen para interceptar, a veces violentamente, por la ciudad a autos que prestan servicio Uber.