Aborto, economía, democracia y fe se conjugan en debate electoral de Ecuador

  • El aborto, el matrimonio entre homosexuales, la economía, el comercio, la minería, el modelo de democracia y hasta la fe se conjugan en el debate electoral de Ecuador, que el 17 de febrero celebrará unos históricos comicios presidenciales y legislativos.

Fernando Arroyo León

Quito, 12 feb.- El aborto, el matrimonio entre homosexuales, la economía, el comercio, la minería, el modelo de democracia y hasta la fe se conjugan en el debate electoral de Ecuador, que el 17 de febrero celebrará unos históricos comicios presidenciales y legislativos.

También la libertad de expresión y el combate a la inseguridad forman parte de las propuestas de los ocho candidatos presidenciales que se han inscrito para disputar el poder, incluido el actual mandatario, Rafael Correa, que va por la reelección.

Además de Correa, en la lid por el sillón presidencial están el exbanquero Guillermo Lasso, el izquierdista Alberto Acosta, el expresidente Lucio Gutiérrez, el magnate bananero Alvaro Noboa, el pastor evangélico Nelson Zavala y los independientes Norman Wray y Mauricio Rodas.

Correa, Acosta y Wray (los tres de izquierda), por ejemplo, han defendido, cada uno con matices, el aborto terapéutico y en ciertos casos de violación, algo que no aceptan los otros cinco, que dicen "defender la vida" desde su concepción.

En esa misma medida se encuentra el debate sobre el matrimonio entre homosexuales, con los tres primeros en defensa de las libertades y la diversidad, frente a los cinco que pregonan la protección de la familia en su concepción tradicional.

Sin embargo, el más radical opositor a la discusión sobre el aborto y el matrimonio gay ha sido Zavala, quien incluso, en su lucha por el rescate de los "valores cristianos", ha insinuado que si llega a la Presidencia prohibiría ciertos espectáculos de rock y vetaría al cantante estadounidense Marilyn Manson.

Acosta, por su parte, ha sido radical en la oposición a la minería a gran escala que ha abierto el Gobierno de Correa, del que otrora fue aliado político, pero con el que rompió, justamente, por estar en contra del "modelo extractivista" que dice que aplica el mandatario.

Para Acosta, tanto la extracción petrolera como la minería deberían ser sustituidas por actividades menos dañinas con el ambiente, como el turismo y una agricultura sustentable, en un país considerado entre los de mayor biodiversidad del planeta.

Por su parte, Lasso, Gutiérrez y Noboa prometen una reducción de impuestos e incentivar la inversión extranjera como mecanismos para fortalecer la economía y el comercio.

Los tres critican a Correa por haberse salido de la órbita de Washington y privilegiar relaciones con países como Venezuela e Irán.

Coinciden también en que, si llegan a la Presidencia, recuperarán y potenciarán su relación con Estados Unidos y firmarán con ese país acuerdos de libre comercio, a los que ha sido reticente Correa al considerar que podrían perjudicar a la producción nacional.

Rodas, el más joven de los ocho, también ha cuestionado a Correa por el supuesto excesivo poder que ha acaparado y por, a su juicio, no respetar la libertad de expresión con sus permanentes ataques a las grandes cadenas privadas de información del país.

Wray también defiende las libertades y, aunque dice que mantendrá ciertos aspectos de la gestión del Gobierno actual, apuesta por impulsar un diálogo nacional para establecer una agenda consensuada de desarrollo.

Asimismo, acusa a Correa de acaparar poder y de rodearse de colaboradores con intereses propios.

Frente a todos los que le critican, Correa ha dicho que si consigue la reelección, en su Gobierno habrá más de lo mismo y profundizará su proyecto de "revolución ciudadana", que aplica desde que llegó por primera vez a la Presidencia en enero de 2007.

El mandatario, ahora candidato, considera que en su Gobierno "se ha hecho mucho", pero que también "falta mucho por hacer" y que por ello requiere más tiempo.

Analistas políticos consideran que la del domingo será histórica, ya que por primera vez en el último siglo se aplica en el país la figura de la reelección.

Además, será la primera que suceda con un gobernante que terminó su mandato de cuatro años, situación que no ocurría en el país desde 1996.

Mostrar comentarios