Acoso sexual como transfondo de juicio por asesinato de polìtica española

  • Un tribunal del norte de España comenzó a juzgar este martes a una mujer acusada de asesinar a una política del derechista Partido Popular, homicidio perpetrado al parecer en venganza por el acoso sexual de la difunta a la hija de la homicida.

El 12 de mayo de 2014, pasadas las cinco de la tarde, Isabel Carrasco caminaba sola por una pasarela peatonal, cuando Montserrat González, de 60 años, se acercó a ella, cubierta con un pañuelo y con gafas de sol, y le disparó primero en la espalda y luego la remató con dos tiros en la cabeza.

La muerte de la presidenta provincial del Partido Popular (conservador) causo gran revuelo, por la personalidad de la victima, cuyo nombre aparecía en investigaciones sobre casos de corrupción.

Según la investigación judicial, el crimen fue premeditado por Montserrat González y su hija Triana Martínez, de 36 años, militante del PP, y que había había trabajdo en la diputación provincial dirigida por la víctima.

Ambas llegaron al tribunal, en la audiencia provincial de Leon este martes con la cara tapada.

José Ramón García, el abogado defensor de las acusadas, sin negar los hechos, anunció que basará su defensa en problemas mentales de la presunta asesina, cuyo interrogatorio empezó en la tarde.

Aunque el crimen fue planificado al detalle, el azar hizo que un miembro de la policía nacional, ya jubilado, presenciara los hechos y los denunciara inmediatamente a las fuerzas del orden.

Tras haber escondido el arma en el coche de una agente de la policía local, presunta cómplice, madre e hija fueron detenidas muy pocas horas después de la muerte de Isabel Carrasco.

Montserrat González reconoció que lo había hecho para vengar a su hija. Según su versión de los hechos, ésta había sido acosada laboralmente por la víctima y destituida de la administración provincial "al no querer mantener relaciones sexuales" con ella.

El fiscal ha pedido 23 años de prisión para Montserrat González, Triana Martínez y la agente de la policía municipal, Raquel Gago, de 42 años, acusada de haber escondido el arma del crimen.

str/mck/mb

Mostrar comentarios