Acusado de matar a su mujer en Porzuna (Ciudad Real) dice se le fue la cabeza

  • El hombre acusado de matar a puñaladas a su mujer en Porzuna (Ciudad Real), en 2010, ha declarado hoy en el primer día de juicio que la mató porque estaba "nervioso" y se le "fue la cabeza".

Ciudad Real, 18 jun.- El hombre acusado de matar a puñaladas a su mujer en Porzuna (Ciudad Real), en 2010, ha declarado hoy en el primer día de juicio que la mató porque estaba "nervioso" y se le "fue la cabeza".

E.M.K., de nacionalidad marroquí, está acusado de matar a su mujer en diciembre de 2010 con un "cuchillo de cocina de grandes dimensiones" con el que la agredió en diferentes partes del cuerpo, incluido el tórax, según han descrito el fiscal y las acusaciones.

Previamente, golpeó a su mujer con el mástil de un hacha en la cabeza y en una pierna partiendo el mango de madera en dos.

El procesado, que está siendo juzgado por un jurado popular y al que se le piden penas de cárcel de hasta 25 años, ha reconocido los hechos y ha asegurado que no quería "hacerle daño".

"Aguanté mucho, hasta que se me fue la cabeza", ha precisado ante las preguntas de la defensa.

Los hechos ocurrieron el 18 de diciembre de 2010 cuando el matrimonio, afincado en la localidad de Porzuna, inició una discusión en la cocina, mientras que los cuatro hijos permanecían en una sala contigua.

Según el relato de las calificaciones previas, la víctima, Y.N.N., de 24 años y con una minusvalía psíquica del 65 % reconocida, sufrió varios golpes en la cabeza con el mástil de un hacha y en una pierna.

Al romperse el mástil, el acusado cogió un cuchillo de cocina de 24 centímetros y le apuñaló en varias partes del cuerpo mientras que la víctima intentaba escapar.

Tras varias puñaladas, la víctima consiguió salir a la calle para solicitar ayuda a un vecino sin conseguir recibir respuesta.

Según la narración de los hechos por parte del fiscal, la mujer incluso llamó al 112 desde el suelo para pedir ayuda y decir que "había sido agredida por su marido".

Mientras, el acusado cogió el coche, según la versión de la defensa, para entregarse a las autoridades, hecho que las acusaciones rechazan por considerar que el encuentro con la Guardia Civil fue "fortuito porque verdaderamente lo que intentaba era escapar".

El acusado, que un mes antes había sido denunciado por maltratar a su mujer, ha argumentado que "estaba enfadado con ella" por una presunta relación sentimental que mantenía la fallecida con un "rumano".

La acusación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la acusación particular solicitan penas de 25 años de cárcel porque mató a su mujer de "forma traicionera y sin poder defenderse" y "por la espalda".

Eso lo niega la defensa que, pese a asumir los hechos, califica el delito de homicidio, con la atenuante de "arrepentimiento", por el "estado de nerviosismo del acusado" que le causó conocer la supuesta relación con otro hombre, por lo que solicita la pena de 10 años de cárcel.

Por su parte, el ministerio fiscal solicita 18 años de prisión por asesinato e indemnizaciones de 52.800 euros para cada uno de los cuatro hijos de la fallecida y de 10.500 euros para la madre de la víctima.

El juicio se reanudará mañana con las pruebas periciales y las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil que interrogaron al procesado en el día de los hechos.

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