Acusados dicen ya eran de ETA cuando se les atribuye colaborar con la banda

  • Los etarras Asier Agikano y Aitziber Coello han afirmado hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional que les juzga por colaborar con ETA en 2000 que ese año ya eran miembros de la banda, y han negado haber ocultado explosivos y armas en un piso franco, el otro delito del que se les acusa.

San Fernando de Henares (Madrid), 2 jul.- Los etarras Asier Agikano y Aitziber Coello han afirmado hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional que les juzga por colaborar con ETA en 2000 que ese año ya eran miembros de la banda, y han negado haber ocultado explosivos y armas en un piso franco, el otro delito del que se les acusa.

La Fiscalía pide 16 años de cárcel para estos dos acusados, que en 2000 se fugaron a Francia después de ayudar el 7 de agosto de ese año a cuatro etarras, que murieron en Bilbao al explotar la dinamita que transportaban.

Justo después de la explosión, tanto Agikano como Coello, pareja en aquel entonces, se fueron al país galo y no fueron detenidos hasta cuatro años después, tras lo que fueron condenados por las autoridades francesas por integración en banda terrorista.

La sección cuarta de la Audiencia Nacional juzga ahora estas dos personas por colaborar en junio de 2000 con el grupo terrorista al alquilar un piso en Galdakao que luego fue usado por los etarras del "comando Vizcaya" Patxi Rementería, Ekain Ruiz, Urko Gerrikagoitia y Zigor Arambarri, que fallecieron en la explosión accidental citada.

Según ha explicado hoy la propietaria del piso, ambos le dijeron que lo alquilaban para vivir en él, pero los acusados han indicado que lo hicieron por orden de un miembro de ETA, del que no recuerdan el nombre, que les reclutó meses antes en un viaje a Francia.

Esa, han sostenido, fue su primera misión como miembros de la organización terrorista, sin que nunca vieran explosivos ni armas en el piso, y han añadido que luego le dieron las llaves a otra persona de la banda y se olvidaron del tema.

Tras la explosión de Bilbao en la que murieron los cuatro terroristas, la policía encontró dos llaves entre los restos del vehículo que se correspondían con la vivienda de Galdakao, que fue registrada y en la que se encontró material explosivo y de activación de bombas, una escopeta, un fusil, munición y documentación sobre posibles objetivos de ETA.

Los acusados, que han tenido que ser separados del banquillo por orden de la magistrada presidente porque hablaban entre ellos, solo han respondido en el juicio a las preguntas de su abogado.

Han explicado que unos meses antes de junio de 2000 fueron a Francia y una persona, que no recuerdan, les propuso integrarse en ETA, lo que aceptaron.

Agikano ha indicado que era amigo de dos de los etarras fallecidos y que, cuando ocurrió el accidente, ambos cruzaron en coche la frontera. Una vez en Francia, ha añadido, se dedicaban a alquilar pisos para la banda.

En su derecho a la última palabra, Agikano ha criticado a la Fiscalía afirmando que no presentó cargos contra ellos por colaboración hasta una semana después de que, en 2011, las autoridades francesas ordenaran su liberación y expulsión a España, donde no existía ninguna causa abierta contra ellos.

En cuanto a Coello, que no ha hablado al final del juicio, ha sido preguntada acerca de si el alquiler del piso de Galdakao supuso una ayuda puntual a ETA, a lo que ha respondido: "Estábamos dentro de ETA y esa era la labor que teníamos que hacer".

El fiscal Daniel Campos no ha dado credibilidad a esta versión de los procesados, que ha calificado de "interesada manifestación de pertenencia (a ETA)".

A su juicio, los acusados intentan ahora afirmar que ya eran de ETA en esos momentos para alegar que ya se les ha juzgado por pertenecer a la banda y que así "cualquier comportamiento anterior les salga gratis", cuando no hay "ni tan siquiera indicios" de que fueran entonces miembros.

Campos ha afirmado que estos dos etarras se integraron en el grupo una vez se fugaron a Francia y ha remarcado el hecho de que hoy no hayan "concretado nada" de cómo fue el acto en que se les reclutó.

Los único que ha quedado acreditado, para el fiscal, es que ambos se pusieron a disposición de los miembros de ETA para alquilar el piso, sin que pertenecieran a su comando.

Su abogado, en cambio, ha pedido su absolución afirmando que ellos ya eran de ETA meses antes de la explosión accidental y de que se fugaran a Francia, y que su misión consistió simplemente en alquilar el piso y entregar luego las llaves.

Ha reprochado al fiscal que en su exposición ha hecho un "ejercicio de deducción" y que sus indicios en realidad son "meras hipótesis".

Además, ha dicho que sus defendidos no dispusieron de los explosivos que se encontraron en el piso porque, entre otras cosas, su escritura no aparece en los documentos encontrados ni en los explosivos o armas.

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