Administración tailandesa retoma su labor a pesar de "huelga" de protestantes

  • Los funcionarios y personal civil del Gobierno de Tailandia regresaron hoy a sus puestos de trabajo con aparente normalidad, a pesar del llamamiento de los movimientos antigubernamentales a la "huelga general" y "desobediencia civil" y los enfrentamientos provocados ayer por miles de manifestantes.

Bangkok, 2 dic.- Los funcionarios y personal civil del Gobierno de Tailandia regresaron hoy a sus puestos de trabajo con aparente normalidad, a pesar del llamamiento de los movimientos antigubernamentales a la "huelga general" y "desobediencia civil" y los enfrentamientos provocados ayer por miles de manifestantes.

El líder de las protestas, el ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, instó el domingo a los trabajadores gubernamentales a no acudir a su trabajo el lunes para derrocar al Gobierno "corrupto e ilegítimo" y lo que denomina el "régimen" de Thaksin, el hermano de la primera ministra, al que acusa de dirigir el país desde el exilio.

Algunos edificios gubernamentales, como el Ministerio de Finanzas, continúan ocupados por los manifestantes por lo que los trabajadores se han visto obligados a utilizar otras instalaciones de la Administración.

La jefa del Ejecutivo, Yingluck Shinawatra, se reunió anoche el líder del movimiento opositor para tratar los incidentes acaecidos, en los que al menos han muerto cinco personas, en una reunión para limar asperezas organizada por el Ejército.

"No hubo ni negociación, ni compromisos", aclaró tras la charla Suthep, quien pidió a los militares que se posicionen de su lado y afirmó que no terminará su cruzada hasta "la victoria del pueblo".

"La gente está esperando vuestra decisión", espetó el líder manifestante a los generales del Ejército, indica el diario "Bangkok Post".

Durante la jornada del domingo, miles de manifestantes causaron el caos en varios distritos de Bangkok con el asedio a la Casa del Gobierno y la sede de la Policía Metropolitana, donde hubo enfrentamientos con los agentes, y cerrando al tráfico una de las arterias de la ciudad.

La Policía lanzó gases lacrimógenos y disparó pelotas de goma y con cañones de agua para dispersar a los seguidores de las protestas que pretendían asaltar la sede del Ejecutivo, protegida con varias filas de bloques de hormigón.

Las autoridades informaron de que varios agentes fueron heridos al ser alcanzados con piedras y botellas lanzadas por los agitadores, quienes también arrojaron explosivos caseros que no causaron heridos.

El viceprimer ministro, Pracha Promnok, pidió en un mensaje televisado la noche de ayer que los residentes en Bangkok permanecieran en sus casas de 10 de la noche a 5 de la mañana la jornada del domingo al lunes como medida de cooperación con las autoridades.

Al menos cinco personas murieron y medio centenar resultaron heridas en los enfrentamientos entre seguidores y detractores del Ejecutivo ocurridos el sábado en torno a la Universidad de Ramkhamhaeng y el estado Rajamangala, situados en la parte noroeste de la capital.

Tailandia arrastra una grave crisis política desde el golpe militar incruento que en 2006 derrocó al Gobierno de Thaksin Shinawatra, hermano mayor de la actual primera ministra, Yingluck Shinawatra.

Thaksin y su hermana cuentan con gran respaldo entre las clases bajas y las áreas rurales del noreste, mientras que gran parte de sus opositores proceden de las clases medias y altas urbanas y de sectores cercanos al Ejército y la monarquía.

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