Agilizan trámites para dar títulos de tierras a viudas de indígenas peruanos

  • El Gobierno de Perú firmó un acuerdo con las viudas de los cuatro líderes indígenas de la etnia asháninka asesinados en septiembre pasado por presuntos madereros ilegales, para agilizar los trámites de la titulación del territorio de su comunidad nativa, informó hoy a Efe un portavoz de los deudos.

Lima, 17 dic.- El Gobierno de Perú firmó un acuerdo con las viudas de los cuatro líderes indígenas de la etnia asháninka asesinados en septiembre pasado por presuntos madereros ilegales, para agilizar los trámites de la titulación del territorio de su comunidad nativa, informó hoy a Efe un portavoz de los deudos.

La firma se produjo después de que las viudas regresaran el martes a la comunidad nativa de Alto Tamaya-Saweto, en la región selvática de Ucayali, para celebrar una asamblea con el resto de integrantes y elegir a sus nuevos líderes.

Entre los nuevos dirigentes elegidos están Ergilia Rengifo, viuda de Jorge Ríos, y su hija Diana Ríos, quienes firmaron un acuerdo con el Ministerio de Agricultura para impulsar la titulación de su territorio ancestral, cuya solicitud está en trámite desde hace doce años.

El acuerdo fue ratificado por dos representantes del ministerio que viajaron junto a las viudas, e incluye el fomento de una resolución que otorgue la propiedad del territorio, de 80.000 hectáreas, a los miembros de la comunidad asháninka.

Según les indicó el Ministerio de Agricultura, la resolución puede publicarse en unos 30 días, pero la comunidad teme que el proceso burocrático se alargue por la posible oposición de las concesiones forestales o agrícolas que se superponen al territorio de la comunidad.

También les preocupa la posible respuesta violenta de madereros ilegales, en represalia por sus esfuerzos para conseguir la titulación de su territorio.

Desde que se produjeron los asesinatos, las viudas llevaban más de tres meses sin regresar a su comunidad nativa por las amenazas de madereros ilegales y porque se mantienen en Pucallpa, la capital de Ucayali, a la espera de que les entreguen los restos de los dos cuerpos encontrados y se hallen los otros dos cadáveres restantes.

Las viudas pudieron trasladarse hasta su comunidad nativa en dos helicópteros que puso a su disposición el Gobierno peruano, tal y como ellas solicitaron la pasada semana cuando demandaron la atención del Estado en un acto realizado en el marco de la cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP20).

Los líderes indígenas asesinados fueron Francisco Pinedo, Leoncio Quincima, Jorge Ríos y Edwin Chota, quien ejercía como presidente de la comunidad de Alto Tamaya-Saweto, además de ser un reconocido activista contra la tala ilegal dentro de su territorio.

Los cuatro asháninkas fueron asesinados a inicios de septiembre con armas de fuego en un punto remoto de la frontera entre Perú y Brasil, cuando se dirigían a una comunidad brasileña para mantener una reunión sobre el control de sus territorios ante la tala ilegal.

Tras la investigación fiscal, han sido detenidos el brasileño Adeuzo Mapes y su hijo peruano Eurico, además de Hugo Soria, quien fue capturado en noviembre, pero todavía se busca a otros tres individuos que supuestamente estuvieron implicados en el crimen.

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