Aguirre ante la corrupción: "no podemos mirar hacia otro lado ni consentir que nos metan a todos en el mismo saco"

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo hoy ante los miembros del Comité Ejecutivo regional de esta formación que, "ante los casos de corrupción que nos salpican, no podemos mirar hacia otro lado ni consentir que nos metan a todos en el mismo saco".
Aguirre señaló que no quiere que "nos metan en el mismo saco con socialistas, comunistas y miembros de CiU" y destacó que "me molesta que digan que todos somos iguales".
"Puede haber habido personas corruptas dentro del PP, pero nuestra reacción debe ser opuesta a la de otros partidos que mienten y miran a otro lado", indicó.
Señaló que "tampoco me sirve echar en cara lo de los Ere de otros" y destacó que "se necesita un PP limpio, y si hay de los nuestros que no lo están hay que denunciarlos con más fuerza que la justicia".
Sobre la posible financiación ilegal del PP, dijo que "no vale decir que todos los partidos se han financiado ilegalmente y hay que actuar siendo los primeros en dar explicaciones".
Asimismo, dijo que la crisis es "una gran oportunidad para limpiar" y señaló que "no puede ser que nuestros militantes pasen vergüenza por ser del PP".
Insistió en que "no somos todos iguales y hay que adelantarse a la justicia, porque si esperamos que resuelvan los tribunales, vamos dados".
Aseguró que el PP "también sufre el desgaste de la corrupción" y dijo que, aunque "soy escéptica ante las encuestas, es preocupante la caída en la intención de voto del PP".
"No podemos quedarnos parados, podemos perder apoyo y hasta elecciones pero no podemos dejar de hacer las cosas bien ni tirar por la borda la reputación de honradez del partido", consideró.
También se refirió a la situación económica y pidió el "apoyo para nuestros dirigentes que están en la primera línea de la trinchera contra la crisis".
"La crisis económica es tan profunda que nos obligará a cambiar las costumbres y modelos políticos que teníamos", afirmó Aguirre, quien consideró que "el modelo socialdemócrata está acabado y en crisis, porque no es sostenible".