AI dice que la condena a un activista bareiní ataca la libertad de expresión

  • Amnistía Internacional (AI) criticó hoy la condena a seis meses de cárcel contra el destacado defensor de derechos humanos bareiní Nabil Rajab y la consideró un "golpe" a la libertad de expresión.

El Cairo, 20 ene.- Amnistía Internacional (AI) criticó hoy la condena a seis meses de cárcel contra el destacado defensor de derechos humanos bareiní Nabil Rajab y la consideró un "golpe" a la libertad de expresión.

En un comunicado, el subdirector de AI para Oriente Medio y el norte de África, Said Boumedouha, señaló que Rajab "está siendo injustamente castigado por difundir tuits que supuestamente insultan a las autoridades, y su condena es un golpe a la libertad de expresión y debe ser anulada".

Amnistía citó declaraciones de Rajab antes de escuchar el fallo. en las que denunció que los defensores de derechos humanos en los países del golfo Pérsico son "víctimas de la represión de sus gobiernos, pero también del silencio, la hipocresía y los dobles estándares de la comunidad internacional".

"Nuestra gente, que está hambrienta de libertad y justicia social, está siendo obligada a pagar el precio", destacó el activista.

Rajab tendrá que pagar una fianza de doscientos dinares bareiníes (unos 530 dólares) para que se suspenda la aplicación de la sentencia hasta que una corte de apelación la revise.

El activista, que preside el Centro de Baréin para los Derechos Humanos, fue detenido el pasado 1 de octubre tras una denuncia de los departamentos de Interior y Defensa, que lo acusaron de haber difundido varios mensajes en la red social Twitter atacando a instituciones gubernamentales.

El pasado 24 de mayo, Rajab fue puesto en libertad tras cumplir una condena de dos años de cárcel por criticar en su cuenta de Twitter al primer ministro del país, Jalifa bin Salman al Jalifa, y al departamento de Interior por la represión de las manifestaciones en favor de la democracia.

Por otra parte, la Fiscalía envió ayer a un tribunal penal el caso del jeque Ali Salman, líder del principal partido de la oposición bareiní, Al Wefaq, por supuestamente promover un cambio forzoso del régimen de Manama.

Amnistía reiteró su llamamiento a las autoridades de Baréin para eliminar las leyes que prohíben insultar o faltar al respeto a los jefes de Estado, figuras públicas, militares, instituciones gubernamentales, banderas o símbolos.

El reino de Baréin -de mayoría chií, pero gobernado por una monarquía suní- es escenario desde hace más de tres años de continuas protestas populares para pedir reformas políticas que han sido reprimidas por la fuerza.

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