AI: Egipto debe investigar acusaciones graves de tortura a mujeres activistas

  • Londres.- Amnistía Internacional pidió hoy a las autoridades egipcias que investiguen las "graves" acusaciones de tortura y humillación supuestamente infligidas por el Ejército a mujeres activistas que se manifestaron este mes en la plaza de Tahrir y a las que forzaron a someterse a "test de virginidad".

Una comisión de derechos humanos acusa a Mubarak de la muerte de manifestantes egipcios
Una comisión de derechos humanos acusa a Mubarak de la muerte de manifestantes egipcios

Londres.- Amnistía Internacional pidió hoy a las autoridades egipcias que investiguen las "graves" acusaciones de tortura y humillación supuestamente infligidas por el Ejército a mujeres activistas que se manifestaron este mes en la plaza de Tahrir y a las que forzaron a someterse a "test de virginidad".

AI consideró, en un comunicado emitido hoy desde su sede en Londres, "completamente inaceptable" el trato "degradante" que sufrieron las protestantes a manos del ejército.

La nota de esta organización pro Derechos Humanos alude a la manera violenta en la que el ejército egipcio "despejó" el pasado 9 de marzo la citada plaza -epicentro de las protestas en contra del régimen de Hosni Mubarak- en un incidente tras el que, al menos, 18 mujeres fueron retenidas bajo custodia militar.

Según AI, dichas mujeres fueron golpeadas, sometidas a descargas eléctricas, y forzadas a desnudarse mientras soldados varones las miraban y las fotografiaban.

Además, a las detenidas se las obligó a someterse a los llamados "exámenes de virginidad" y fueron amenazadas con cargos de prostitución.

"Obligar a las mujeres a someterse a 'test de virginidad' es completamente inaceptable. Su propósito es degradar a las mujeres porque son mujeres", lamentó AI en su nota.

El comunicado de Amnistía recoge el testimonio aportado por Salwa Hosseini, una egipcia de 20 años que contó cómo tras haber sido arrestada y llevada a una prisión militar en Heikstep, la obligaron, junto con otras mujeres, a desnudarse para ser examinada por una guarda de prisiones en una habitación con dos puertas abiertas y una ventana.

Durante los exámenes a los que eran sometidas, esta testigo vio cómo soldados varones miraban lo que ocurría en el interior de esa habitación y tomaban fotografías de las mujeres desnudas.

Después, de acuerdo con el relato de Hosseini, las detenidas eran sometidas a los llamados "test de virginidad", que practicaba un hombre vestido con una bata blanca en una habitación diferente.

Aquellas que no eran vírgenes, eran amenazadas con cargos de prostitución.

Según la información recibida por AI, una de las mujeres que alegó ser virgen y cuyas pruebas médicas demostraron, supuestamente, lo contrario, fue golpeada y sometida a descargas eléctricas.

Ante estos testimonios, AI subrayó que "las mujeres y las niñas deben poder expresar sus puntos de vista sobre el futuro de Egipto y protestar contra el Gobierno sin ser detenidas, torturadas o sometidas a un trato profundamente degradante y discriminatorio".

El comunicado también lamentó que los oficiales del Ejército trataran de "humillar aún más" a las detenidas al permitir a los soldados varones "mirar y fotografiar lo que estaba ocurriendo", con el consiguiente "riesgo" que ello supondrá para ellas en caso de que las imágenes fueran publicadas.

La periodista Rasha Azeb, quien también fue detenida en la plaza de Tahrir, contó a esta organización que fue "maniatada, golpeada e insultada".

Tras el arresto, las 18 mujeres fueron inicialmente trasladadas a un anexo del Museo de El Cairo donde supuestamente los soldados las maniataron, golpearon con palos, las dieron descargas eléctricas en el pecho y en las piernas y las llamaron "prostitutas".

Azeb fue liberada horas más tarde junto con otros cuatro hombres, también periodistas, pero las otras 17 mujeres fueron transferidas a la prisión militar de Heikstep.

"Las autoridades egipcias deben frenar el trato degradante dado a las mujeres activistas", instó AI, que pidió a las autoridades de ese país que "den instrucciones claras" a las fuerzas armadas de que "la tortura y otros tratos vejatorios, incluyendo los 'test de virginidad', no serán tolerados y serán investigados".

Las 17 mujeres detenidas en la cárcel militar comparecieron ante una corte militar el 11 de marzo y fueron liberadas el día 13 de ese mismo mes.

Tahrir fue el núcleo de concentración de manifestantes mujeres que pedían más protagonismo en el proceso de transición hacia un Egipto democrático.

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