AI valora amnistía de presos políticos birmanos y pide continuar el proceso

  • La liberación de al menos 130 presos políticos en Birmania hoy, entre los que figuran varios conocidos disidentes, es un "movimiento significativo" para Amnistía Internacional (AI) que considera, no obstante, que la apertura debe ser "aún mayor".

Londres, 13 ene.- La liberación de al menos 130 presos políticos en Birmania hoy, entre los que figuran varios conocidos disidentes, es un "movimiento significativo" para Amnistía Internacional (AI) que considera, no obstante, que la apertura debe ser "aún mayor".

El pasado octubre, el Gobierno de Birmania anunció el inicio de un proceso de amnistía del que se beneficiarían 6.359 reos y que comenzó ese mismo mes con la liberación de más de doscientos presos políticos.

La amnistía de hoy es la segunda desde que se inició ese proceso y la cuarta desde la formación del nuevo Gobierno birmano tras las elecciones de noviembre de 2010.

Con ella, el número de presos políticos puestos en libertad suma, según datos de AI, 477.

Según un comunicado emitido por esta organización desde su sede en Londres, el proceso de amnistía "debe continuar hasta que todos los presos por delitos de conciencia sean liberados".

AI ha recordado que al menos un millar de birmanos permanece entre rejas por oponerse al régimen de la ya disuelta Junta Militar Birmana.

"La liberación de presos políticos es un gran paso adelante, pero las puertas deben abrirse más aún hasta beneficiar a todos los presos de conciencia restantes", según Benjamin Zawacki, investigador de AI en Birmania, quien considera también que las autoridades de este país "deben terminar el trabajo de una vez por todas".

Entre los disidentes que han sido puestos en libertad hoy se encuentran Htay Kywe y U Gambira -líderes de la Revolución Saffron-, U Khun Htun Oo -líder Shan de la Liga Nacional por la Democracia- y Min KoNaing -dirigente del grupo opositor "Generación del 88"-.

Para ellos, AI reclama también que puedan reinsertarse en el proceso político del país y que disfruten del derecho a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación.

"La actividad política que condujo a estos disidentes a la cárcel también ha contribuido a la dinámica de cambio que ha llevado a su liberación hoy. Las autoridades no deben volver a la represión, sino continuar hacia adelante", agregó Zawacki.

El Gobierno birmano y las organizaciones de derechos humanos mantienen posturas opuestas sobre la cifra total de presos políticos que permanecen en cárceles birmanas, por lo que Zawacki ha pedido al Ejecutivo de este país que "reconozca" la existencia de este tipo de encarcelamientos, para evitar que se repitan en un futuro.

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