Al menos cuatro presos son asesinados al interior de una cárcel salvadoreña

San Salvador, 20 nov.- Las autoridades penitenciarias salvadoreñas confirmaron hoy que al menos cuatro reos del penal de Quezaltepeque, noreste de San Salvador, fueron asesinados anoche en en una trifulca interna.

El subdirector de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), Nelson Rauda, confirmó a Efe que anoche encontraron "los cadáveres de tres internos en el sector uno del penal de Quezaltepeque" y que hoy "apareció otro (cadáver) en el sector dos" de esa misma cárcel.

Los nombres de las víctimas son: José Rodolfo Martínez Pineda, de 19 años; César Francisco Pérez García, de 22; Juan Carlos Moreno Flores, de 25 y César Jonatan Cerón Enrique, de 21 años, según datos de las autoridades penitenciarias.

El subdirector de la DGCP señaló que todos los cuerpos presentaban "heridas de arma blanca y golpes".

De acuerdo con Rauda, el múltiple asesinato se debe a una "limpieza interna de la pandilla 18", debido a que en el centro penal de Quezaltepeque están recluidos solo miembros de esa banda.

En la cárcel de Quezaltepeque, ubicada en el departamento de La Libertad (centro), hay 1.000 reclusos de la mara 18, según datos penitenciarios.

Rauda indicó que se ha decidido decretar "estado de emergencia" en el penal, que consiste en la suspensión de visitas a los reclusos y ampliar las medidas de seguridad, aunque no especificó el tiempo de duración de dicha acción.

Esta es la segunda riña que ocurre al interior de una cárcel salvadoreña en lo que va de año y que termina con muertes, pues en octubre pasado tres internos fueron asesinados en el Centro Penal de Ciudad Barrios, San Miguel (oriente), confirmó Rauda.

Por su parte, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, durante la tradicional conferencia de prensa tras la misa dominical, calificó de "preocupante" la situación de las cárceles salvadoreñas, especialmente la de Quezaltepeque.

Resaltó que el Estado salvadoreño tiene la obligación de garantizar los derechos de la población reclusa, aunque estén detenidos por infringir la ley.

"Es cierto que están privados de libertad, pero no de los demás derechos", sentenció, al tiempo que añadió que "si no se les da la atención debida" se podría tener en las cárceles "como una especie de bomba de tiempo, que es una amenaza para todos".

De acuerdo con el prelado, es "necesario" que las autoridades encuentren "otras formas civilizadas de garantizar el funcionamiento de las cárceles", y que para eso es urgente terminar con el hacinamiento.

Las cárceles en El Salvador albergan actualmente a más de 24.000 reos, lo que supone que operan con un hacinamiento de casi el 300 por ciento ya que los 21 centros penales del país solo tienen capacidad para albergar a 8.300 reclusos.