San Sebastián.- Alcaldes de ciudades del mundo con conflictos sociales, repartidas por Croacia, Francia, Colombia o España, debaten hoy y mañana en San Sebastián sobre la importancia de la cultura para superar los problemas de convivencia en estas localidades, marcadas por la guerra o el fenómeno de la inmigración.
El primer edil donostiarra, Odón Elorza, acompañado por varios de los responsables municipales presentes en el encuentro, ha explicado en una rueda de prensa que el objetivo es analizar casos muy diferentes, aunque todos ellos con un denominador común: el esfuerzo realizado para avanzar en "una convivencia justa, en paz y libertad" y reforzar la cohesión social.
"Son ejemplos impresionantes, de todos ellos se pueden aprender buenas políticas, estrategias y prácticas", ha agregado Elorza, quien ha comentado que se trata de conseguir que los derechos humanos sean respetados para todas las personas.
El desempleo, la carencia de servicios básicos, los "conflictos identitarios", de guerra y terrorismo, las dificultades de inclusión de los inmigrantes y la incapacidad de entender "el pluralismo como una riqueza" son algunos de los ejemplos citados por Elorza.
Entre los testimonios que se podrán escuchar en San Sebastián destaca el de Zeliko Sabo, alcalde de Vukobar (Croacia), una ciudad situada a orillas del río Danubio que fue arrasada por los ataques del Ejército Popular Yugoslavo y los paramilitares de Serbia y que constituye hoy un lugar de encuentro y un símbolo de reconciliación e integración entre sus grupos étnicos.
"Nos destrozaron la ciudad en 1991, pero no la esperanza de paz y de coexistir y vivir juntos nuestros derechos humanos", ha enfatizado Sabo, un veterano de guerra, que fue llevado a Serbia como prisionero durante la Guerra de la Independencia de Croacia y que se afana ahora en liderar la reconstrucción de Vukovar.
Durante dos días, la Casa de la Paz de San Sebastián albergará los testimonios de responsables municipales de otros lugares como Apartadó (Colombia), Wiesbaden (Alemania), Bojador (República Árabe Saharaui Democrática), Bobigny (afueras de París), Irlanda del Norte, Granollers o Barcelona.
El encuentro finalizará mañana con la aprobación de la Declaración de San Sebastián, que plasmará las conclusiones de las dos jornadas, y con la plantación de unos árboles en el Jardín de la Memoria, parque donostiarra en memoria a las víctimas del terrorismo.
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