Alertan al Gobierno británico sobre la peligrosidad de la ketamina

  • La droga "recreativa" ketamina debería incluirse en el grupo de las anfetaminas y el cannabis, el segundo de mayor peligrosidad en la lista de sustancias ilegales en el Reino Unido, demandó hoy un consejo asesor del Gobierno.

Londres, 10 dic.- La droga "recreativa" ketamina debería incluirse en el grupo de las anfetaminas y el cannabis, el segundo de mayor peligrosidad en la lista de sustancias ilegales en el Reino Unido, demandó hoy un consejo asesor del Gobierno.

Esa sustancia se tipifica actualmente en la categoría de "Clase C", grupo de drogas ilegales de menor peligrosidad en el código penal británico junto con los tranquilizantes, el valium y los esteroides anabólicos.

El Consejo Asesor del Mal Uso de Drogas (ACMD, en inglés), organismo gubernamental, ha recomendado al Ejecutivo de David Cameron que la ketamina sea reclasificada, incrementando su peligrosidad, por los daños físicos y psicológicos que ocasiona.

En su opinión, esa sustancia debería estar incluida dentro del grupo de las drogas llamadas en este país de "Clase B", junto con las anfetaminas, como el "speed", los barbitúricos y el cannabis.

Las englobadas como "Clase A" son las drogas más peligrosas y que acarrean sanciones más graves, como la cocaína y la heroína.

A comienzos de este año, el presidente del ACMD, Les Iversen, advirtió de que el abuso de la ketamina por parte de usuarios de 20 años les había causado daños en la vejiga.

Originalmente concebida como anestésico y tranquilizante, empleada en caballos durante intervenciones quirúrgicas y cada vez más consumida como droga "recreativa" por su potencial alucinógeno, la ketamina quedó prohibida en 2006.

Durante 2012-2013, unas 120.000 personas consumieron esa droga en Inglaterra y Gales, según cifras oficiales, y el pasado marzo la ministra británica de Interior, Theresa May, encargó al ACMD que actualizara su clasificación, que se había revisado por última vez en 2004.

De ser reclasificada como propone el ACMD, la posesión de esta droga entrañaría penas de hasta cinco años de cárcel para los usuarios y hasta 14 años para los traficantes.

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