Álvaro Ruiz-Mateos achaca a su padre compra de un hotel denunciada por estafa

  • Álvaro Ruiz-Mateos, uno de los hijos del empresario José María Ruiz-Mateos, ha atribuido hoy a su padre durante su declaración ante una jueza de Palma las negociaciones de la compra de un hotel en Mallorca investigada por una supuesta estafa.

Palma, 22 feb.- Álvaro Ruiz-Mateos, uno de los hijos del empresario José María Ruiz-Mateos, ha atribuido hoy a su padre durante su declaración ante una jueza de Palma las negociaciones de la compra de un hotel en Mallorca investigada por una supuesta estafa.

El hijo de Ruiz-Mateos ha explicado que no tuvo "ninguna intervención" en la negociación de la compraventa del hotel Samoa (Calas de Mallorca) en 2006, ya que fue su padre quien acordó la operación con los propietarios del inmueble, la familia Hoz.

Los antiguos dueños se han querellado contra el patriarca de los Ruiz-Mateos y sus seis hijos varones (avalistas en la operación) por una supuesta estafa a raíz de que compraran el hotel por 16 millones de euros para pagarlo a plazos durante diez años y dejaran de abonar las cuotas en 2010 pese a que habían constituido una hipoteca sobre el establecimiento por el mismo precio de venta.

Esta es la tercera querella por estafa que tramitan sendos juzgados de Palma contra los Ruiz-Mateos por la venta de tres hoteles en la isla siguiendo el mismo método de pago.

Álvaro Ruiz-Mateos ha asegurado que, aparte de los hijos como avalistas personales, también sirvieron como avales tres empresas del grupo Nueva Rumasa, que tenían entonces, según ha dicho, patrimonio suficiente para cubrir la operación.

Los Ruiz-Mateos dejaron de pagar los plazos en 2010, cuando, según ha asegurado, ya se había abonado la mitad de los 16 millones de la compraventa y han añadido que la "única causa" para interrumpir el pago fue el inminente concurso de acreedores de Nueva Rumasa.

Respecto a la hipoteca que se constituyó sobre el hotel, el imputado ha dicho que es una práctica "absolutamente normal" que su grupo viene desarrollando desde hace más de 60 años.

Esta manera de operar, ha insistido ante la jueza de instrucción 5 de Palma, es "absolutamente legal", y preguntado acerca de si el dinero de la hipoteca se invirtió en el hotel, ha apuntado que desconoce la cifra exacta que se destinó al establecimiento hotelero.

Ha explicado que la manera de funcionar del grupo es que el dinero de estas hipotecas se destinaba a una caja común y luego se repartía entre las empresas para diferentes pagos, de los cuales "muchos" fueron para la rehabilitación y modernización de los hoteles adquiridos".

También ha indicado que en 2010 su padre se reunió varias veces con los antiguos propietarios del hotel para negociar una salida a los impagos y que él mismo participó en una de estas reuniones, en la que les trasladó su "más firme intención de pagar".

"Era de deber moral", ha apuntado, aunque ha afirmado que se veían condicionados por la situación de crisis económica, la bajada de ventas de las empresas del grupo, la contracción de sus márgenes de beneficio y el "corte financiero" por parte de los bancos.

Aun así, ha reiterado, se comunicó a los exdueños que "buscarían todos los medios posibles" para satisfacer la deuda y que incluso se les exhibió un preacuerdo para vender Cacaolat por 60 millones de euros, que finalmente no se realizó.

La titular del juzgado de instrucción 5 de Palma, Ana San José, ha citado para marzo a otros hijos de José María Ruiz-Mateos para que respondan por esta supuesta estafa, después de que hoy el patriarca no haya acudido a declarar.

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