Amistad, drogas, dinero y prostitución: el círculo vicioso que mató a Nora

    • No se ha podido demostrar quién le suministró los estupefacientes que la mataron, pero sí que la indujeron a su consumo y a prostituirse.
    • Fue víctima, junto con otras jóvenes, de una trama de corrupción de menores en Palma.
Nora Ayala, la joven que falleció víctima de una red de explotación sexual
Nora Ayala, la joven que falleció víctima de una red de explotación sexual

Eva María Vera García era la cabecilla de la trama de prostitución de menores y tráfico de drogas que causó la muerte de Nora Ayala, de 16 años en septiembre de 2011. La menor fue hallada muerta en el portal de su casa debido al consumo de estupefacientes. Los hechos se produjeron desde la primavera de ese año hasta mayo de 2012.

La proxeneta tenía una serie de conocidos que le solicitaban contactos sexuales con menores de edad. Eva tenía a los clientes, pero no a las víctimas. Fue a buscarlas al llamado parque del Otta.Cuando eran adictas, les proponía prostituirse para conseguir drogas

En ese espacio público, Eva María Vera realizaba la primera de las tres acciones con las que atrajo a varias menores a su red de prostitución y tráfico de estupefacientes. Primero las convertía en cocainomanas, cuando ya no podían vivir sin las drogas las introducía en la prostitución como medio para conseguirlas.

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La estrategia de Eva era sencilla. En primer lugar entablaba una amistad creciente con las adolescentes que encontraba en el parque. Cuando se había ganado su confianza les suministraba estupefacientes, generalmente cocaína y cannabis. Finalmente les proponía mantener relaciones sexuales con hombres mayores que les pagarían con droga o con dinero para comprarlas.

Eva planeaba y facilitaba los encuentros entre sus clientes y las niñas. Los hombres que tuvieron relaciones sexuales con Nora y otras menores fueron, según la sentencia, Edizon Cornelio Flores, Raúl Antonio de la Cruz, Joel Roque Guzmán, Kingsley Ibeh y Jsoé Criado Laguna. Todos ellos eran plenos conocedores de las respectivas edades de las chicas con las que se acostaban, al igual que la proxeneta. Pero el principal cliente era Edizon, ecuatorioano de 38 años que se dedicaba al narcotráfico al por menor.

El precio de cada encuentro sexual con las adolescentes era de 70 a 100 euros o de una cantidad de cocaína equivalente a dos 'rayas'. Eva María pedía una comisión a las niñas o directamente a los hombres con los que se acostaban, como en el caso de Edizon. En todos los encuentros las relaciones fueron "completas" y en el caso de Raúl Antonio obligó a F a gabrar los actos.Nora, la primera de las víctimas

La joven que mayor amistad entabló con la proxeneta fue Nora Ayala. La niña tenía 16 años cuando comenzó a prostituirse inducida por Eva. El hombre con el que había desarrollado una mayor relación fue Edizon, de 36 años en ese momento. La joven ofrecía su cuerpo presa de la adicción Pero éste no tenía suficiente con Nora y propuso a una de sus amigas, P, acostarse con ella, nuevamente a cambio de dinero o drogas. Nora fue la que presentó a ambos. Su amiga también tenía 16 años pero sufría una discapacidad psíquica por la que su edad mental era de entre 12 o 13 años.

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En declaración judicial, P dijo que quién le había presentado a Eva fue su amiga Nora. El relato de una tarde cualquiera detallaba los hechos. En una visita a la casa de la proxeneta, hicieron una llamada y tras unos minutos la adolescente llegó con dos micras (rayas). Nora le contó que se prostituía con un tal Eric (Edizon) y que a éste se lo había presentado Eva. Cuando la amiga de la víctima mortal empezó a "meterse", Eric le dijo que tenía que pagarse su propia droga. Así comenzó a prostituirse P, con un primer encuentro por 70 euros.

El 25 de septiembre de 2011, sobre las 23:00 horas Nora Ayala fallecía en el portal de su casa debido a una "reacción adversa al consumo de tóxicos, que le provocó una trombosis pulmonar". La autopsia reveló la existencia de estupefacientes en su cuerpo. Fueron los padres de la joven quienes hallaron el cadáver.

Según la sentencia, queda probado que la fallecida había consumido cocaína la tarde en que murió, en compañía de los acusados Eva María y Edizon. Sin embargo no se ha podido demostrar quién de los dos, o si una tercera persona, suministró las sustancias a la adolescente. También, según el escrito del juez, Edizon agredió fisicamente, propinando un puñetazo y una bofetada al menos en una ocasión tanto a Nora como a su amiga P.

La muerte de la niña de 16 años no fue motivo para que ni la proxeneta ni sus clientes recapacitaran. Eva María siguió incitando a la prostitución hasta a otras cuatro jóvenes, todas menores excepto una. También siguió proporcionándoles drogas a ellas y a otros sujetos sin que haya quedado determinada su identidad.

Edizon siguió vendiendo droga hasta que el 7 de mayo de 2012 fue detenido por agentes de la policía cuando se disponía a comprar estupefacientes.

Paralelamente a este periodo de tiempo P conoció a Josep Joan Bonnin, más conocido como Pep, con el que entabló una relación la cual no se ha podido demostrar que fuera sentimental. Ambos eran consumidores habituales de drogas por lo que la joven comenzó a prostituirse para el consumo de los dos. Cuando le contó a Eva su intención de dejar de 'trabajar' para ella, ésta le amenazó con "hacerle algo" a su hermano.

De este modo las amenazas cerraban un círuclo del que era difícil salir. Las víctimas eran todas menores, una de ellas con una discapacidad, y padecían una profunda dependencia a las drogas, lo que las hacía aún más vulnerables. Los acusados de la trama conocían estas circunstancias (según la sentencia) y lejos de ahuyentarles de cometer los delitos, las aprovechaban en su beneficio. Gracias a esas chicas obtenían servicios sexuales, dinero y drogas.

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