Amnistía denuncia la “inacción sistemática” de egipto para proteger a los cristianos coptos


Amnistía Internacional (AI) denuncia la “inacción sistemática” de las autoridades de Egipto para proteger a los cristianos coptos, que el pasado mes de agosto fueron “chivos expiatorios” tras la represión de las sentadas en favor de Mohamed Morsi, presidente depuesto el 3 de julio de este año.
AI lamentó estos hechos en un informe hecho público este miércoles, coincidiendo con el segundo aniversario de la sangrienta represión de las fuerzas de seguridad contra unos manifestantes ante el edificio de la televisión pública en El Cairo, en que murieron 26 manifestantes cristianos coptos y un musulmán.
El informe examina los acontecimientos producidos durante “la oleada sin precedentes de ataques sectarios” que tuvo lugar a raíz de la represión de dos sentadas en favor de Morsi en El Cairo, el pasado 14 de agosto.
En este sentido, explica con detalle cómo las fuerzas de seguridad no impidieron los ataques de la muchedumbre enfurecida que incendió y, en ocasiones, arrasó iglesias, escuelas y centros de beneficencia cristianos, lo que provocó la muerte, al menos, de cuatro personas.
Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional, subrayó que, “a la luz de anteriores ataques, especialmente desde el derrocamiento de Morsi, el 3 de julio, debería haberse previsto una reacción violenta contra los cristianos coptos y, sin embargo, las fuerzas de seguridad no impidieron los ataques ni intervinieron para acabar con la violencia”.
Por ello, Amnistía Internacional instó a las autoridades egipcias a que lleven a cabo una investigación imparcial e independiente sobre estos ataques sectarios y tomen “de inmediato” medidas para impedir que vuelvan a ocurrir, y consideró preciso elaborar y aplicar una estrategia integral de lucha contra la discriminación de las minorías religiosas y revocar las leyes y políticas discriminatorias.
Más de 200 propiedades de cristianos fueron atacadas y 43 iglesias resultaron gravemente dañadas en todo el país tras los acontecimientos del 14 de agosto. En varios casos, muchedumbres furiosas de hombres con armas de fuego, barras metálicas y cuchillos saquearon iglesias y propiedades de cristianos, mientras en muchos casos gritaban “Dios es grande” o “¡Perros cristianos!”.
Además, se profanaron reliquias con valor histórico y religioso y al acabar los ataques podían leerse en las paredes de los edificios pintadas como “Morsi es mi presidente” y “Mataron a nuestros hermanos durante la oración”.
Sahraoui aseguró que “los cristianos de Egipto han sufrido la violencia sectaria durante demasiado tiempo”, indicó que “esta inacción sistemática de las autoridades debe cambiar” y añadió que “las palabras de condena deben ir apoyadas por medidas concretas que proporcionen la protección adecuada a las minorías religiosas”.

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