(ampliación) 20-n. Rajoy reconoce que "el entorno exterior no es el más adecuado" para salir de la crisis


El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, reconoció este domingo en Valencia que "va a costar" superar la actual crisis económica porque, además de las circunstancias concretas de España, "el entorno exterior tampoco es el más adecuado".
Rajoy se expresó en estos términos durante su intervención en el mitin principal del PP en esta campaña, celebrado en la Plaza de Toros de Valencia ante unas 16.000 personas. Era la primera vez que el líder popular pisaba el coso desde que Francisco Camps dimitió el pasado mes de julio al frente de la Generalitat para ser juzgado por un presunto delito de cohecho en relación con el "caso Gürtel".
En su intervención, Rajoy se mostró especialmente preocupado por la situación económica y financiera de la Unión Europa, que en los últimos días se ha visto agravada por la dimisión de Yorgos Papandreu como primer ministro de Grecia y de Silvio Berlusconi al frente de Italia.
Rajoy esgrimió que España necesita un cambio político en los comicios del próximo domingo y con una amplia mayoría porque "el peor mensaje al exterior" que se puede enviar en estos momentos "es tener un Gobierno con pocos apoyos". Precisamente, todas las encuestas publicadas este domingo por los grandes periódicos de tirada nacional auguran un triunfo del PP en las elecciones generales por entre 182 y 198 diputados.
No obstante, advirtió de que si el PP gana la cita con las urnas y llega a La Moncloa "nos va a costar superarlo" porque en estos momentos "el entorno exterior tampoco es el más adecuado". "Por eso, necesitamos un apoyo muy grande de todos los españoles y necesitamos un gran apoyo de toda la nación. Ese es el mensaje que necesita Europa, el mundo, los empresarios, los trabajadores y todos", recalcó.
Rajoy afirmó que el país "necesita un gobierno potable" tras siete años de gestión socialista. "Jamás he visto en 30 años un Gobierno como el que hemos tenido". Por eso, llamó a escoger "entre resignación o esperanza"en las elecciones generales.
Explicó que el 20-N hay que resolver un dilema: "Si mandamos a Europa un mensaje positivo de confianza, de que en España se pueden hacer las cosas bien; o si por el contrario le decimos a europa y al mundo que nos resignamos y no queremos jugar en la primera divisón".
CONVENCIDO DE GANAR
Rajoy intentó lanzar un mensaje de optimismo a pesar de la situación económica, convencido de ver en las calles "una mayoría de españoles que buscan un horizonte" y que quieren un nuevo Gobierno que no mienta sobre la situación económica.
A su juicio, los ciudadanos "no tienen miedo al cambio, a lo único que tienen miedo es al inmovilismo y a que no se produzca un cambio político en España" en la cita con las urnas del 20 de noviembre.
Rajoy dejó salir la euforia contenida que existe dentro del PP al afirmar que el cambio político "se ve y se palpa en la calle" porque los ciudadanos demandan "otras políticas, otros equipos y otros comportamientos" al frente del Ejecutivo.
Frente a las campañas electorales del PSOE "buscadas en el baúl de los recuerdos", Rajoy presumió de encabezar "un proyecto para todos, sin importar a quien haya votado antes y lo que piensen". "Creo que vamos a ganar las elecciones. Lo creo y lo digo pero luego viene lo más difícil", avisó sobre la gestión que va a heredar.

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