(ampliación) cospedal afirma que los escraches son "nazismo puro"


La secretaria general del Partido Popular y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, afirmó este sábado que los escraches que están sufriendo muchos cargos públicos de su formación son "nazismo puro" y recuerdan a la persecución étnica o religiosa que sufrieron otros colectivos a lo largo de la Historia, en alusión al genocio judío en la Alemania de Hitler.
Cospedal hizo estas declaraciones durante la clausura de un foro abierto con militantes de base y representantes de la sociedad civil celebrado en una cafetería de Madrid bajo el título 'Los políticos no son el problema', en el que se hicieron distintas propuestas para tratar de recuperar la credibilidad en la política.
La 'número dos' de los populares se refirió a los escraches promovidos por las plataformas antidesahucios, aunque dijo negarse a utilizar esa palabra porque no le gusta y considera que en realidad son "acosos, violencia física y verbal".
"Eso no refleja más que un espíritu totalitario y sectario y eso es lo más contrario que hay a la democracia", sentenció ante las presiones para que el PP acepte la dación en pago en la nueva reforma hipotecaria. "¿Qué es esto de tratar de violentar el voto? Eso es nazismo puro. Ya sé que me lo van a criticar, pero es nazismo puro".
Cospedal recordó "cuando se marcaba las casas de la gente" en otras épocas de la Historia por razones étnicas o religiosas, en referencia clara a la Alemania nazi de Adolf Hitler que reprimió duramente a los judíos hasta recluirlos en campos de concentración y asesinarlos en un cruento genocidio.
SIN SENTIDO
La secretaria general del PP afirmó que las plataformas antidesahucio han perdido la legitimidad con los escraches a cargos públicos e incluso a miembros del Gobierno de España. "Por muy loable o defendible que sea lo que se intenta hacer, pierde todo el sentido cuando se ejerce la violencia para hacer algo así", añadió.
Cospedal reivindicó que la libertad de expresión y de opinión es "también para el político" y no sólo para los que protestan en las calles y censuró que se presione a los diputados para que modifiquen su voto puesto que como representantes de los ciudadanos que han sido elegidos en las urnas "tienen la obligación de representar al pueblo soberano".
Además, sacó a relucir que el Gobierno de Mariano Rajoy ha sido "el primero" en ocuparse del problema de los desahucios desde que comenzó la crisis económica, puesto que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, dijo, no adoptó ninguna medida al respecto durante su segunda legislatura en La Moncloa.
Cospedal hizo un llamamiento a la responsabilidad y a la tranquilidad para recuperar la credibilidad de la política y advirtió de que "con gritos y empujones sólo se consiguen más gritos y empujones".
Después de que el dirigente del PP de Canarias Sigfrid Soria amenazara con responder a golpes contra los escraches si atacaban a su familia y de que el partido le abriera un expediente disciplinario por semejantes declaraciones, Cospedal recalcó que en estos momentos "hay que tener un diálogo más sosegado y más tranquilo".
La secretaria general del PP adujo que es necesario "recuperar la centralidad, la moderación y la tranquilidad" y permanecer en diálogo con la gente para tratar de "devolver la confianza a los españoles y las instituciones" en pleno drama económico. Confió en que "cuando baje la crisis habrá bajado la crispación" contra los políticos pero subrayó que lo más importante es que "vuelva la confianza en las instituciones".
Por su parte, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, también participó en la clausura del foro después de haber escuchado atentamente las quejas de algunos militantes de base y representantes de la sociedad civil, que mantuvieron un coloquio moderado por el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons.
Soria recordó en su intervención los dos grandes casos de corrupción de los que se le acusaron mientras ocupó altas responsabilidades de gestión en Canarias y recordó que ambos fueron archivados sin consecuencias después de un largo proceso en el que se cuestionó su honorabilidad.
Denunció que la oposición del PSOE utilizó entonces las investigaciones judiciales para sembrar dudas sobre su gestión y su inocencia, hasta el punto de pedirle reiteradamente la dimisión por un caso en el que logró demostrar que no tenía ninguna culpa. Por eso, hizo un llamamiento para seguir trabajando por una política limpia y por resolver los problemas de los ciudadanos.

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