(ampliación) pedraz vuelve a procesar a tres militares de eeuu por el asesinato de couso


El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha vuelto a procesar a los militares estadounidenses Philip De Camp, Philip Wolford y Thomas Gibson como autores del asesinato del cámara de televisión José Couso, que tuvo lugar en Bagdad (Iraq) el 8 de abril de 2003, y a los que atribuye un delito contra la comunidad internacional en concurso con un delito de homicidio.
Pedraz asegura por primera vez en el auto de procesamiento dictado este miércoles que los disparos contra el Hotel Palestina, que provocaron la muerte de Couso, formaban parte de un “plan” diseñado para evitar que los medios de comunicación pudieran presenciar la toma de Bagdad por las tropas norteamericanas.
Dentro de este plan, y durante las primeras incursiones en Bagdad en la mañana del 8 de abril de 2003, la Tercera División de Infantería del Ejército de EEUU se situó en la ribera del río Tigris. Los carros de combate del 64º Regimiento Blindado de la división se situaron en un extremo del puente Al Jumhuriya, efectuando varios disparos contra edificios gubernamentales y otras posiciones militares iraquíes.
“Una de las misiones encomendadas a la citada División era evitar que los medios de comunicación internacionales informaran sobre las operaciones militares en curso en la toma de Bagdad”, asegura Pedraz.
En cumplimiento de este plan, los tanques dispararon primero contra la delegaciones de Al Jazeera y Abu Dhabi TV, a pesar de que estas cadenas habían avisado al Pentágono de su ubicación exacta y habían marcado sus sedes con grandes letreros de “prensa”. Los disparos provocaron la muerte del periodista Tarek Ayyoub, así como dos heridos.
Acto seguido, sobre las 11.00 horas, uno de los carros de combate disparó un proyectil de 120 milímetros contra el hotel Palestina, a la altura del piso 15. El ataque se saldó con la muerte de Couso y del reportero de la agencia Reuters Taras Protsyuk.
TERCER PROCESAMIENTO
Pedraz acusa a los procesados -el teniente coronel Philip De Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, pertenecientes a la Unidad de Blindados número 64 de la Tercera División de Infantería Acorazada del Ejército norteamericano- de participar en la decisión y ejecución de lanzar un proyectil contra el Hotel Palestina.
“La persona que dio la orden directa de disparar al hotel fue el teniente coronel Philip de Camp, al mando del Regimiento de Blindados número 64 de la Tercera División de Infantería Acorazada del Ejército norteamericano, quien transmitió la orden al capitán Philip Wolford, al mando de la Unidad de Blindados. Este autorizó a quien efectuó el disparo, el sargento Thomas Gibson, perteneciente a la Compañía A del Regimiento de Blindados número 64”, señala el auto.
Esta es la tercera vez que Pedraz procesa a estos tres militares de EEUU por el asesinato de Couso. En las dos ocasiones anteriores, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional revocó los procesamientos.
La decisión del magistrado se produce después del viaje que realizó en enero pasado a Bagdad para reconstruir los hechos. Pedraz, en base a esta diligencia, asegura que el tanque norteamericano que disparó contra el hotel en el que se refugiaba la prensa internacional “contaba con elementos de visión con los cuales se podía apreciar con total claridad a las personas que se encontraba en ventanas y balcones” del establecimiento.
Esta afirmación se basa en los informes periciales que aseguran, a raíz de las imágenes que tomó la delegación encabezada por Pedraz durante su visita en enero pasado a Bagdad, que los tanques de EEUU podían apreciar con “total claridad” que había periodistas asomados a los balcones del Hotel Palestina.
Estos informes tiraron por tierra la coartada esgrimida por los militares norteamericanos, quienes aseguraron que dispararon contra el Hotel Palestina al creer que en la azotea estaban apostados francotiradores.
DOS NUEVOS IMPUTADOS
Además del procesamiento de los tres militares, Pedraz ha decidido imputar por primera vez a otros dos miembros del Ejército de EEUU, en concreto al jefe del Cuartel General y Comandante de la Tercera División, Buford Blount, y al jefe de la Segunda Brigada de dicha división, el coronel David Perkins. El magistrado considera que la orden de disparar contra el Hotel Palestina pudo partir de estos dos oficiales.
En un estadio superior, la resolución indica que “se ignora que autoridad norteamericana (militar o política) planeó la operación de evitar que los medios de comunicación informaran”.
INVASIÓN ILÍCITA
Pedraz asegura por último que la invasión de Iraq “no resultó lícita” dado que “ni existían armas de destrucción masiva, ni el régimen iraquí protegía a terroristas o daba cobertura a miembros de Al Qaeda, ni compró material nuclear a Níger”.
El magistrado añade que tampoco era lícito “atacar o atemorizar a la población civil (periodistas) para conseguir el objetivo de la guerra”. “No cabe duda de que Couso era persona protegida”, señala el auto.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional exige a los militares norteamericanos la consignación de una fianza pecuniaria de un millón de euros en el plazo de 24 horas. Ordena además que se curse una comisión rogatoria a las autoridades de Estados Unidos a fin de poner en conocimiento a los otros dos militares encausados de los hechos que se les imputan para tomarles declaración.

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