(ampliación) rodrigo rato, detenido

El juez ordenó este jueves la detención del exvicepresidente del Gobierno y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, arresto que provocó un auténtico terremoto político, críticas generalizadas de los partidos de la oposición y un sentimiento de desolación e incredulidad en las filas del PP.
Aunque inicialmente la Fiscalía de Madrid, instancia que presentó denuncia y ordenó el registro del domicilio de Rato, no pidió su detención, esta medida fue acordada finalmente por el titular del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid.
Tras abandonar su vivienda, que fue registrada por agentes de Aduanas, Rato se dirigió en un vehículo acompañado por estos agentes a la calle Castelló número 50, para continuar los registros en un despacho profesional del vicepresidente económico.
Puesto que el despacho se encuentra en un semisótano que puede divisarse desde la calle, los agentes de la Agencia Tributaria taparon las ventanas para impedir que pudiera verse el momento del registro.
Durante gran parte de la tarde, decenas de medios de comunicación se agolpaban en las puertas del portal número 33 de la calle Don Ramón de la Cruz, donde se encuentra el domicilio de Rato, a la espera de captar la imagen que finalmente se produjo: el exvicepresidente entrando en un coche policial tras ser detenido.
Además, el grupo de periodistas se desplazó también al lugar del segundo registro, que se encuentra tan sólo a dos calles de la vivienda de Rodrigo Rato.
"NI AMIGOS NI COMPAÑEROS"
Horas antes de hacerse pública la operación, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, afirmó durante su intervención en el Congreso de los Diputados para convalidar la oferta de empleo público que la lucha contra el fraude fiscal está "por encima de amigos" y "compañeros".
"Muchas personas se escandalizan y atacan al Gobierno cuando, en los medios de comunicación, aparecen informaciones sobre las actuaciones que realiza la Agencia Tributaria, en las que incluso aparecen nombres de personas de relevancia social", afirmó el ministro.
Por ello, animó al personal de la Agencia Tributaria a investigar "sin que les tenga que preocupar lo más mínimo el nombre o los apellidos de los posibles defraudadores".