Ansiedad, problemas digestivos, apatía... ¿El perfil de un oficinista? No, de un guardia civil

  • El estrés laboral no se queda en las paredes de la oficina ni en los trabajos más comunes. Guardias Civiles y policías nacionales también tienen problemas con sus jefes, se quejan de que nadie les valore y sufren trastornos digestivos y depresivos.
Miles de guardias civiles marchan en Madrid al grito de "Ya no tenemos miedo"
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Álex Medina R.

Imaginen una pareja de la Guardia Civil: uno de los dos sufre apatía y el otro problemas digestivos. Esto no es el comienzo de ningún chiste, sino una de las múltiples conclusiones de un informe realizado por UGT y que alerta sobre los problemas derivados del trabajo. La otra gran diferencia es que en la Benemérita hay peor ambiente laboral que en la Policía Nacional.

Los resultados, en cualquier caso, son similares a los de cualquier oficinista. Por ejemplo, en materia de síntomas las sensaciones son similares. Uno de cada cuatro agentes de la Benemérita asegura padecer problemas digestivos "siempre"; el porcentaje se va al 50% entre los que los sufren a veces.

También de vez en cuando se dan cambios de humor en el 60% de los agentes (poco más del 10% dice que siempre) y apatía en la mitad de los encuestados. Otro 45% asegura problemas de autoestima de vez en cuando y un 35% vive estados de ansiedad.

La depresión les golpea a uno de cada cinco eventualmente y uno de cada tres tiene sensación de aislamiento y de fracaso.

El informe, titulado gráficamente Los riesgos psicosociales en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Guardia Civil y Policía Nacional, quiere alertar sobre la cada vez mayor incidencia de estos problemas en los agentes.

Del mismo modo, UGT considera que esta falta de prevención ha derivado en situaciones como una reciente sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Estado a pagarle a un guardia civil 130.000 euros en concepto de indemnización por sufrir acoso laboral.

Aunque algo mejor, la situación se repite entre los policías nacionales. De hecho, un 40% de los entrevistados atestigua problemas digestivos y un 36% atraviesa cambios de humor algunas veces. Otro 30% cae en la apatía de vez en cuando y uno de cada cinco pierde la concentración y se siente aislado.

Sin medios y desconfiando del jefe

A los síntomas, sin embargo, se llega por una serie de causas relacionadas conla organización o el clima de trabajo. Pese a su carácter militar, en la Benemérita se repiten las mismas quejas hacia los responsables. En concreto, hasta un 80% de los encuestados responde que nunca o casi nunca disponen de los medios necesarios y, seguramente por el espíritu castrense, un 62% carece de libertad para hacer su trabajo.

Siete de cada diez, por su parte, lamenta que no se planifica el trabajo nunca y un 66% critica la existencia de órdenes contradictorias a veces.

La falta de medios también se da en la Policía, donde el porcentaje escala al 58%. La falta de planificación es criticada por el 51%. Tal y como sucede con las consecuencias, los agentes del Cuerpo Nacional están ligeramente menos insatisfechos que sus compañeros de verde.

Porque la sensación de vacío empeora cuando se constata que el 59% de los guardias civiles no se siente implicado con su el éxito de la organización, una cifra que sería un desastre en la empresa privada. Puede que esto sea consecuencia de que el 94% se queje de que nunca se reconoce sus esfuerzos.

La elevada desmotivación sí que es pareja entre ambos cuerpos. Un 49% se declara ajeno a los éxitos y nada menos que el 54% apunta que sus compañeros sólo esperan a que se termine su jornada laboral para irse.

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