"Antza" critica al fiscal en París por "intransigencia" contra ETA

París.- El etarra Mikel Albisu, "Mikel Antza", consideró hoy que la dureza de las penas solicitadas por la fiscalía en el juicio en París contra él y otros nueve acusados de dirigir o pertenecer a ETA, pretende ser "un mensaje de intransigencia" a la banda terrorista.

En su turno de palabra, antes de que el Tribunal diera por visto para sentencia el juicio que comenzó el 15 de noviembre, Mikel Albisu dijo que "el objetivo del fiscal (...) es enviar un mensaje de intransigencia a ETA y a todos los que obran para una solución pacífica y democrática del conflicto".

Albisu denunció el "ensañamiento" del representante del ministerio público, Jean-François Ricard, que solicitó la pena de 30 años de prisión tanto para él como para su compañera, María Soledad Iparraguirre, en tanto que dirigentes de la banda, y sugirió que tras su requisitoria hay una razón "política".

"Mikel Antza", presunto jefe político de ETA cuando fue arrestado el 3 de octubre de 2004 en Salies de Béarn (suroeste de Francia) junto a su pareja "Anboto" -imputada como responsable financiera de la organización-, descalificó el procedimiento que ha llevado a los encausados a sentarse en el banquillo.

Iparraguirre reprochó al fiscal haber mantenido un discurso desde el inicio del juicio cargado "de odio y de mentiras".

La etarra criticó "las calumnias" y "la manipulación" de la prensa que ha informado sobre ellos y por eso justificó que se hubieran negado a que los dibujantes que habían acudido al juicio reprodujeran sus imágenes.

Juan Cruz Maiza, para el que la fiscalía ha requerido una pena de 20 años de prisión como responsable de los escondites donde ETA tenía arsenales de armas y explosivos, reprochó a Ricard que sólo se hubiera acordado de las víctimas de la banda, pero al mismo tiempo "se calla las víctimas de la guerra sucia" policial.

Maiza, que dijo sentirse "muy orgulloso" de pertenecer a ETA, insistió en que "en el Estado español se sigue torturando (...) como en la época de Franco".

También asumió "toda la responsabilidad" por ser "colaborador de ETA" Peio Alcantarilla, que pidió al tribunal que no vuelva a enviar a su mujer, Lourdes Urdampilleta, a prisión, porque a su parecer ya ha sufrido "un castigo injusto" por haber pasado más de dos años encarcelada debido a la militancia del marido.

La fiscalía había solicitado 15 años de prisión para Alcantarilla y seis para Urdampilleta por haber construido en su casa de Urrugne, en el País Vasco francés, con dinero de ETA, un subterráneo en que la banda escondía un arsenal de armas y explosivos.