26-J. EL PSOE CREE QUE SU APELACIÓN AL ORGULLO SOCIALISTA EVITARÁ EL ‘SORPASSO’

El PSOE cree que la apelación al orgullo socialista, que ha sido el eje central de su campaña electoral, va a impedir el ‘sorpasso’ de Unidos Podemos, y augura que al final se situará unos dos puntos porcentuales de voto por encima de la candidatura liderada por Pablo Iglesias, y en consecuencia también por delante en número de escaños.
Todos los oradores que intervinieron en los sucesivos mítines de la campaña socialista que terminó este viernes arremetieron contra dos adversarios: por un lado, al Gobierno del PP, por los recortes sociales, la corrupción y, en los últimos días, su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de quien el diario ‘Público’ divulgó grabaciones de conversaciones con el responsable de la Oficina Antifraude de Cataluña que sugieren que promovió investigaciones a dirigentes de CDC y ERC. “Ya que no va a dimitir, hagámosles dimitir en bloque en las urnas”, invitaba Sánchez.
Pero, por otro lado, los oradores del PSOE (con la signficativa excepción del presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, que gobierna apoyado por Compromís y Podemos) pusieron el foco en Unidos Podemos, coalición a la que la mayoría de las encuestas, incluido el Barómetro del CIS, pronostican que será la segunda fuerza política más votada este domingo, por delante del PSOE.
Para impedirlo, el secretario general socialista, Pedro Sánchez, y casi todos sus teloneros lanzaron desde el comienzo de la campaña una serie de mensajes destinados a disuadir a votantes de izquierda de apostar por UP, y estimularon el orgullo de los militantes socialistas para que acudan a votar en lugar de abstenerse.
Sánchez se refirió continuamente al hecho de que Podemos votara contra su investidura en marzo, e instó a los votantes de izquierda a que “no tropiecen dos veces en la misma piedra”, si en diciembre votaron al partido de Iglesias porque creían que ayudarían al cambio apoyando un Gobierno de izquierdas, y al final Iglesias antepuso el control del CNI y los jueces y el derecho de autodeterminación, según dijo.
Esto último fue repicado por los barones socialistas en regiones como Andalucía (Susana Díaz), Extremadura (Guillermo Fernández Vara), Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page) o Asturias (Javier Fernández), que subrayaron que la solidaridad territorial es un valor de izquierdas y que se haría imposible si la regiones ricas como Cataluña se independizaran.
Buscando también atraerse a los votantes de IU insatisfechos con la coalición con Podemos, en la segunda semana de campaña Sánchez pidió varias veces “respeto” al PCE, que ayudó a traer la democracia a España, aprovechando que Iglesias habló de su antigua militancia comunista como una especie de mal de juventud.
Como Iglesias ha pasado en los últimos meses de declararse comunista a socialdemócrata, la etiqueta definitoria del PSOE, el líder socialista acusó a Iglesias de “cambiar de chaqueta” una y otra vez, incluso aunque no le guste ese tipo de prendas.
Otro de los mensajes de Sánchez desde la apertura de campaña fue situar al PSOE en el centro político como “la opción sensata” entre dos extremos, el PP y Podemos, cuyas estrategias confluyen en querer liquidar al PSOE. En este sentido, Sánchez ha venido avisando de que no se puede resolver un problema creando otro problema, como a su juicio lo sería sustituir un Gobierno del PP por otro de Podemos.
ORGULLO SOCIALISTA
Pero el denominador común de todos los mítines ha sido la apelación al “orgullo socialista”, a los 137 años de historia del partido que supuestamente ahora Podemos quiere aniquilar. “Quieren robarnos nuestra historia”, han proclamado varios oradores.
Los socialistas han reivindicado como suyos los grandes avances sociales de la democracia, y hasta el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero tuvo que recordar que él se debía al PSOE y que nunca había sido antisistema, en el mitin de Valladolid, después de que Iglesias tentara a sus admiradores calificándole como el mejor presidente.
A su vez, Sánchez ha querido movilizar a todos los simpatizantes socialistas, para que ninguno se quede en casa, y les ha llamado a “sentir los colores” y a votar “como un acto de reivindicación” del PSOE. Incluso, en los últimos días de campaña, ha utilizado el sustantivo “remontada” que tan buen resultado le dio a Podemos en la campaña de las elecciones de diciembre.
Entre los mensajes en este sentido emotivo que lanzaron los dirigentes territoriales, fue especialmente significativo el que lanzaron desde Oviedo Javier Fernández y la cabeza de lista asturiana Adriana Lastra, quienes entonaron el célebre "No pasarán" de los republicanos contra los golpistas de 1936, sólo que dirigido a otro partido de izquierdas, como Unidos Podemos.
Fuera de la dialéctica, el PSOE ha realizado en la última semana 500.000 llamadas telefónicas a votantes censados en mesas electorales que considera claves y que tienden a votar a la izquierda.
NO HABRÁ SORPASSO
¿Servirán todas estas estrategias para evitar el temido ‘sorpasso’ de Unidos Podemos? Fuentes del Comité Electoral del PSOE aseguran que sí, y los diversos cargos y militantes socialistas consultados por Servimedia a lo largo de la campaña opinan igual.
Los estrategas de Ferraz estiman, por un lado, que Unidos Podemos está sobrevalorado en las encuestas, igual que lo estuvo Ciudadanos en las previas a los comicios de diciembre.
Por otro, creen que la amenaza de ser reemplazados como referentes de la izquierda ya ha servido para movilizar a su electorado. Finalmente, una de las personas de máxima confianza de Sánchez apuntó ayer a Servimedia que el 'Brexit' podría perjudicar a Unidos Podemos, mientras que al PSOE no.
Lo mismo que ha dicho Pedro Sánchez en sus entrevistas públicas lo dicen los cargos y militantes de las diversas federaciones en privado: no va a haber ‘sorpasso’. Desde luego, no en escaños, pero creen que tampoco en votos. No les parece que Pablo Iglesias pueda aglutinar el voto útil de la izquierda como hizo la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Un concejal madrileño y un integrante de las listas catalanas apuntaban a esta agencia que Iglesias no tiene el perfil conciliador de Carmena, e incluso desata hostilidades entre los votantes socialistas, y un exeurodiputado que Iglesias cometió un error al apropiarse del término “socialdemócrata”, que es sagrado para los socialistas.
No obstante, Sánchez ha incluido frecuentemente en sus discursos de campaña la advertencia de que el voto a Unidos Podemos es inútil, igual que al PP, porque ningún otro partido querrá pactar con ellos.
DESPUÉS DEL 26-J
Si las cosas sucedieran como piensan los directores de campaña, Sánchez podría llegar a la Presidencia del Gobierno. Varios barones territoriales piensan que es la opción más probable, y uno de ellos auguró que en tal caso el Comité Federal no pondría muchas pegas a su líder para que pactara incluso un gobierno de coalición con Podemos, que el expresidente del Gobierno Felipe González quiso expresamente desautorizar ayer, viernes. Para el dirigente regional que no prevé que se pongan obstáculos al pacto siempre que sea con el PSOE por delante, la posibilidad de liderar un gobierno sanaría todas las heridas que pudiera abrir dicho acuerdo.
En cambio, dicho barón asumía que, si finalmente se consumara el ‘sorpasso’, para el PSOE sería “el abismo”. Se da por supuesto que Sánchez dejaría la Secretaría General y que el próximo congreso nombraría a un nuevo líder.
El actual titular podría pilotar el camino hasta entonces o, si abandonara el cargo antes, sería una gestora quien preparara el congreso. Sin embargo, ese es un escenario en el que los socialistas no se sitúan, bien porque sinceramente no crean que se va a producir, bien porque no quieran ni pensar en la posibilidad de que se dé.

Mostrar comentarios