Aplazado de nuevo el caso contra el primer ministro paquistaní por desacato

  • El Tribunal Supremo de Pakistán (TS) aplazó hoy por tercera vez el caso de posible desacato del primer ministro, Rajá Pervez Ashraf, y lo ha citado para el próximo 18 de septiembre tras sopesar una petición del jefe de Gobierno.

Islamabad, 27 ago.- El Tribunal Supremo de Pakistán (TS) aplazó hoy por tercera vez el caso de posible desacato del primer ministro, Rajá Pervez Ashraf, y lo ha citado para el próximo 18 de septiembre tras sopesar una petición del jefe de Gobierno.

Rodeado de una enorme expectación, Ashraf compareció a primera hora de hoy para responder sobre la orden judicial de reabrir un controvertido caso de corrupción que implica al presidente del país, Asif Alí Zardari.

De acuerdo con la cadena local Express, el primer ministro expresó en la comparecencia la intención de su Gobierno de "solucionar el caso" y pidió al TS que concediera un aplazamiento de "cuatro o seis semanas" para poder tomar las medidas necesarias.

Según este medio, los cinco miembros de la mesa del Tribunal se mostraron conciliadores y se avinieron a un nuevo aplazamiento, pero reafirmaron su orden de que se pida a las autoridades suizas la reapertura de un caso de corrupción contra Zardari.

Ashraf fue elegido hace dos meses por su partido para encabezar el Gabinete y, si no acata la instrucción judicial, corre el riesgo de seguir el mismo destino político que su antecesor, Yusuf Razá Guilani, destituido por el Supremo tras una condena por desacato.

El caso hunde sus raíces en una amnistía otorgada por el exdictador Pervez Musharraf en 2007 para facilitar la vuelta del exilio de la ex primera ministra Benazir Bhutto (PPP) y de su entonces marido -hoy viudo-, el presidente Asif Alí Zardari.

El Supremo derogó en 2009 esa amnistía y el pasado enero recordó al Gobierno que debe cumplir sus veredictos, que incluyen la reapertura del caso en el que se acusa a Zardari de haber lavado en Suiza cantidades millonarias de dólares procedentes de sobornos.

El ex primer ministro Guilani se negó a escribir la carta, por lo que fue primero condenado por desacato y más tarde inhabilitado como jefe de Gobierno.

La abrupta salida de Guilani abrió una profunda crisis institucional y política que sigue sin cerrarse y que amenaza con prolongarse al menos hasta los próximos comicios generales, previstos para finales de este año.

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