Areces no cree que Alvarez Cascos vaya a ser políticamente relevante en Asturias

Madrid.- El presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, no cree que el ex secretario general del PP Francisco Álvarez Cascos vaya a ser políticamente relevante en las elecciones autonómicas de Asturias y subraya que representa el "ala dura del PP, por mucho que quiera disfrazarlo con un nuevo currículo".

En una entrevista con Efe, Areces considera que un pacto en Asturias entre el PP y el partido que lidere Cascos es una hipótesis más de las que se abren en democracia y hace hincapié en que esa fuerza será una "división de la derecha", procedente de "una querella interna", sin ningún diferenciación respecto al PP.

"Todos sabemos lo que ha sido Cascos y lo que va a seguir siendo", subraya Areces, e insiste en que procede de una "querella personal, que también dice muy poco de quienes están al frente del Partido Popular en Asturias y de la candidata que presentan, Isabel Pérez-Espinosa".

Areces también se pregunta qué quiere decir Cascos cuando se erige en "conseguidor de recursos" y le recuerda que "si gobernase la derecha en España él no tendría acceso a ninguna instancia de poder porque se ha situado al margen del partido".

Insiste en que Cascos no es políticamente relevante para lo que necesitan España y Asturias, y opina que el ex dirigente popular "es más de lo mismo, de lo que fue su vida política anterior y además representa el ala más extrema de la derecha española".

Por el contrario, el presidente asturiano defiende la opción socialista como "muy seria" con un candidato -Javier Fernández- "sólido y preparado", con una amplia experiencia como líder de la Federación Socialista Asturiana.

Areces también confiesa sentirse orgulloso de la gestión de su partido, que ha situado al Principado como una de las comunidades menos endeudadas de España junto al País Vasco, y mantiene un alto nivel inversor que ha permitido "no parar ni una obra".

Por ello, Areces entiende que los ciudadanos no deberían confundir las elecciones autonómicas y municipales con las generales de 2012.

"Si se confunden los planos -advierte el presidente asturiano- o si se crea un clima que indique que estamos votando algo que preludia las generales, entonces pueden producirse fenómenos no deseados", si bien puntualiza que no cree que eso suceda.

A la pregunta de si esa identificación de generales y territoriales podría perjudicar al PSOE, Areces comenta que eso no se puede saber, pero sí señala que la crisis está golpeando a muchos ciudadanos y estos miran a sus gobiernos autonómicos, que están soportando la erosión de una crisis que no provocaron.

En su opinión, a medida que Europa avance hacia la gobernanza económica se verá que los especuladores "se retiran de los mercados y se estabiliza la situación en todos los países".

Tras exigir que no se entre "en el juego político de la derecha", Areces apuesta por que "no haya más tensiones competenciales" y se busque la sostenibilidad del Estado del bienestar a través de políticas que se coordinen entre las comunidades y la Administración General.

Para el presidente asturiano, la imagen que intenta trasladar el PP de que comunidades autónomas es igual a despilfarro es "falsa, injusta e incluso peligrosa para la buena salud democrática de España".

El presidente regional señala que en modo alguno es partidario de que se devuelvan competencias y sí que se aborden los problemas conjuntamente "con altura de miras y sin la crispación política que impide pactar cosas racionales", pero, sobre todo, defendiendo el Estado autonómico con el que se dotó España después de la reinstauración de la democracia.

Sobre el hecho de que sus compañeros de partido emplacen al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a decir antes de las elecciones autonómicas y municipales si va a concurrir o no como candidato a las generales, Areces estima que tiene que administrar los tiempos y "no es bueno urgirle a que se pronuncie antes de lo debido".

El presidente asturiano opina que estas decisiones hay que tomarlas "con serenidad y administrando los tiempos", y nunca urgir a que el jefe del Ejecutivo adopte "soluciones forzadas".