Arranca en Alemania cita ministerial sobre Ucrania sin grandes expectativas

Tegel (Alemania), 12 ene.- La reunión de los ministros de Exteriores de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia para buscar una salida diplomática a la crisis en el este ucraniano comenzó hoy en las afueras de Berlín sin una agenda clara ni grandes expectativas.

Los titulares de Exteriores de estos cuatro países persiguen lograr algún acuerdo que de pie a que este jueves tenga realmente lugar una reunión de los líderes de estas cuatro naciones en Astaná, en el aire si no se pueden alcanzar en Alemania avances concretos.

"No sé si esta tarde daremos los pasos necesarios. Lo único que sé es que sería un error con el arranque de un año nuevo no seguir intentándolo", aseguró en una breve comparecencia ante los medios previa a la reunión el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.

Además del anfitrión, participan en esta reunión sobre el conflicto armado del Gobierno de Kiev con los separatistas prorrusos los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov; Ucrania, Pavlo Klimkin, y Francia, Laurent Fabius, que actúa también como mediador.

No está previsto que los representantes de Ucrania y Rusia comparezcan ante los medios tras el encuentro de Berlín -que sucede a otros dos encuentros de formato similar realizados en los últimos meses-, pero no se descarta que Steinmeier haga algunas declaraciones al término de la cita.

El ministro de Exteriores alemán destacó que la situación sigue siendo "muy tensa" en el este de Ucrania, que hay muertos a diario a pesar del alto el fuego declarado y que la crisis humanitaria "es muy preocupante".

"Aún no hemos encontrado una salida duradera sostenible", dijo Steinmeier, quien ha liderado los esfuerzos alemanes por encontrar una solución diplomática a la crisis ucraniana desde que se desató el conflicto entre Moscú y Kiev, pues Ucrania acusa a Rusia de apoyar y armar a los separatistas.

El encuentro sucede a las llamadas telefónicas que el sábado mantuvo la canciller alemana, Angela Merkel, con los presidentes ruso, Vladímir Putin, y ucraniano, Petró Poroshenko, a quienes reiteró su disposición a asistir a la cumbre de Astaná, la capital de Kazajistán, siempre que haya perspectivas de resultados concretos.

Para Berlín es clave que se implementen plenamente el Memorando de Minsk entre Kiev y Moscú, que prevé un alto del fuego real, un formato concreto de contactos, el repliegue del armamento pesado, la creación de una zona de seguridad de 30 kilómetros de profundidad y la apertura de corredores para cargas humanitarias.

La cumbre en Kazajistán fue anunciada a finales de diciembre por Poroshenko y debía celebrarse en el denominado "formato Normandía", con los líderes de los cuatro países.

El "formato Normandía" alude a la reunión mantenida el junio pasado durante el aniversario del desembarco aliado en la Segunda Guerra Mundial que supuso el primer acercamiento entre Poroshenko y Putin y abrió la puerta a una tregua entre los dos bandos enfrentados en el este de Ucrania.