Ascienden a 30 los muertos por un atentado sectario en el oeste de Pakistán

Islamabad, 1 jul.- Los muertos por el atentado suicida contra la comunidad chií de la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistán, han ascendido hoy a 30 tras la muerte de dos heridos que se encontraban hospitalizados en estado crítico, dijo a Efe la Policía.

El ataque se registró ayer a última hora de la tarde cerca de un centro de rezo de chií cuando, según relatan hoy los medios locales, el suicida intentaba entrar en el inmueble pero fue detenido por los guardias de seguridad en un control de acceso.

Fue entonces cuando el atacante, perteneciente al grupo terrorista de corte sectario Lashkar-e-Jhangvi, detonó una carga explosiva y mató a 28 personas, entre ellos niños y mujeres, según el recuento de las autoridades facilitado ayer.

La explosión provocó también medio centenar de heridos, algunos de los cuales continúan en estado crítico.

El atentado ocurrió en el barrio de Hazara Town, uno de los principales enclaves de la comunidad hazara, un grupo étnico de origen centroasiático y perteneciente a la minoritaria rama chií del islam, que es el principal blanco de los grupos extremistas suníes.

El primer ministro, Nawaz Sharif, condenó "enérgicamente" el ataque en un comunicado emitido ayer en el que expresó su solidaridad con las familias de las víctimas.

Un portavoz de la minoría hazara, Fasieh Iqbal, lamentó hoy en declaraciones a Efe que los controles policiales apenas han mejorado más allá de los barrios de mayoría chií, "donde los terroristas se siguen moviendo con facilidad".

Los nuevos gobiernos federal y regional, surgidos de las elecciones del pasado mayo, prometieron abordar la pésima situación de seguridad en Quetta, que a principios de años fue escenario de dos atentados sectarios que causaron la muerte de 200 chiíes.

Diversas organizaciones locales han llamado a la huelga general hoy en la ciudad en protesta por las continuas agresiones a la minoría chií, que representa cerca del 20 % del total de los habitantes de Pakistán.

Según el diario local Dawn, los fallecidos fueron hoy enterrados en medio de fuertes medidas de seguridad para evitar incidentes o incluso la repetición de ataques contra los chiíes, como ha ocurrido en otras ocasiones.

Los atentados de carácter sectario en Pakistán, en especial contra la comunidad chií, se han incrementado en el último año y las víctimas mortales en ataques contra fieles de esta rama del islam ya sobrepasan este año el 50 % del total registrado en 2012.

Según el Instituto Paquistaní de Estudios para la Paz, 537 personas murieron el año pasado por ataques sectarios.