Así estudian en una escuela de Bengasi, "la más peligrosa del mundo"

    • Un grupo de alumnos, junto con su maestra, no están dispuestos a que ninguna guerra les interrumpa sus lecciones aunque eso implique enfrentarse al peligro de ser alcanzado por una bomba o una bala.
    • Bengasi está situado en el noreste de Libia, junto a la costa del mar Mediterráneo, se trata de una ciudad en la que Estado Islámico emprende una batalla cada día.
El Ejército libio prepara una operación militar para recuperar el centro de Bengasi
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Las bombas, los disparos y la sangre son el día a día de uno de los vecindarios más pobres de Bengasi, al noreste de Libia.Sin embargo, sus ciudadanos lejos de encerrarse en casa y esperar a que todo acabe, han decidido seguir con sus vidas. De hecho, ha sido una valiente maestra y si grupo de alumnos los que han decidido seguir acudiendo a la escuela. Una escuela que se encuentra frente a la batalla de Libia contra el autodenominado Estado Islámico.

"Tengo miedo, miedo, miedo. Temo, y espero que no suceda, nos caiga una bomba, porque la mezquita al lado de nuestra escuela fue atacada hace poco. La primera bomba cayó cerca de un niño y otro corrió para ayudarlo. Entonces, cayó otra bomba y le voló una pierna. El primer muchacho también perdió una pierna. Fue absolutamente horroroso", afirma Fauzia Mukhatar Abeid a BBC.Fauzia Mukhatar toda una valiente

Fauzia Mukhatar Abeid es la profesora que de la escuela que ha decidido continuar dándo clases pese a que por las ventanas de las aulas puede verse a la perfección el conflicto armado de Libia.

Menos de un kilómetro separa la escuela del barrio pobre de Bengasi de un conjunto de apartamentos en los que se escoden varios combatientes del grupo yihadista y otros milicianos islamistas.Una historia de superación

La escuela fue clausurada en mayo cuando la ciudad sufrió el lanzamiento de la Operación Dignidad, la ofensiva militar por parte del gobierno que pretendía terminar con la presencia de grupos islamistas en la zona. Fue en diciembre del pasado año cuando volvió a abrir sus puertas.

Fueron los padres de los alumnos, gente con poco nivel adquisitivo ya que las familias más ricas abandonaron el barrio en cuanto aparecieron los bombardeos, los que comenzaron a recaudar fondos para la reconstrucción de la escuela.

Los trabajadores que se encargaban de las tareas de rehabilitación, abrieron una brecha en la pared trasera de la escuela para que las alumnas tuvieran acceso a las aulas por una vía más protegida de los disparos. "Hay francotiradores a unos tres kilómetros de distancia", afirma uno de los trabajadores al medio, "así que abrimos esta entrada para evitar problemas".Los alumnos decididos a estudiar

"No, no, no tenemos miedo, queremos aprender", cuenta una de las niñas de 15 años al medio. Con la luz que viene y va, en dando clases con el ruido de los disparos y las bombas, los alumnos siguen acudiendo cada día a aprender a esta escuela en la que sus vidas corre peligro cada minuto que pasa.

Un ejemplo de cómo se vive, de cómo se sobrevive, en un país inmerso en una guerra en una guerra en la que según el medio local 'Libya Body Count' se contabilizan 4.000 muertos.

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