Atacan una central térmica y puestos de Ejército y Policía en Costa de Marfil

  • Hombres armados perpetraron la pasada madrugada una serie de ataques aparentemente sincronizados contra una central térmica y varias dependencias militares y policiales, informó hoy el ministro marfileño de Defensa, Paul Koffi Koffi.

Abiyán, 15 oct.- Hombres armados perpetraron la pasada madrugada una serie de ataques aparentemente sincronizados contra una central térmica y varias dependencias militares y policiales, informó hoy el ministro marfileño de Defensa, Paul Koffi Koffi.

Los atacantes invadieron la central térmica de Azito, ubicada en el municipio de Yopougon, cerca de Abiyán, capital económica del País, y provocaron la avería de una turbina de gas, señaló Koffi en una declaración a la televisión pública (RTI).

Según el ministro, las fuerzas de seguridad pudieron repeler el ataque de los asaltantes, que llevaban vestimenta militar y cuyo objetivo era tomar el control de la central.

Varios atacantes fueron detenidos y sometidos a una investigación por los servicios de seguridad, precisó el titular de Defensa.

En una declaración a los medios de comunicación, el director de la central, Marc Clossen, indicó la capacidad de generación eléctrica de la central se redujo a la mitad a causa de la avería de unas de sus dos turbinas.

"El ataque de Azito no tiene sentido, puesto que Costa de Marfil dispone de varias centrales y presas", afirmó Clissen.

Igualmente, un puesto de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI), así como una comisaría de policía y una brigada de la Gendarmería de Bounoua, localidad situada a 59 kilómetros al este de Abiyán, fueron atacados por un grupo de desconocidos armados, que también se topó con la oposición de las fuerzas de seguridad.

Koffi no detalló si se registraron muertos o heridos como consecuencia de los ataques, cometidos tres semanas después de otros similares perpetrados en Abiyán y cerca de la frontera con Ghana, que se cerró, por ese motivo, durante más de dos semanas.

También el pasado agosto hubo varios ataques contra el Ejército y la Policía, que causaron decenas de muertos y que las autoridades atribuyeron a seguidores del expresidente marfileño Laurent Gbagbo.

Costa de Marfil, primer productor de cacao del mundo, está todavía sumida en un complicado proceso de reconciliación tras la violencia que siguió a las elecciones del 28 de noviembre de 2010.

En esos comicios, Gbagbo no reconoció su derrota pese a que el actual presidente, Alassane Ouattara, fue declarado vencedor, lo que provocó una crisis de cinco meses que enfrentó a fuerzas leales a uno y otro político.

Al menos 3.000 personas murieron, otras 32 están desaparecidas y 500 fueron detenidas de forma arbitraria en actos de violencia posteriores a los comicios, según la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).

Detenido el 11 de abril de 2011, Gbagbo fue trasladado el pasado 29 de noviembre a la CPI, donde se le imputan cuatro cargos de lesa humanidad, entre ellos violaciones, asesinatos y persecuciones dirigidas contra partidarios de Ouattara.

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